Cómo llegar a ser DJ, una profesión en auge en Burgos

La tecnología digital ha revolucionado esta forma de hacer música aunque tiene un lado negativo: «Hoy en día cualquiera puede ser DJ» señala David Zélmar, DJ burgalés. Y esto se debe a que «en una actuación con mil personas puedes poner una lista de Spotify y no necesitas más», por lo que afirma: «Eso no es ser DJ, para serlo hace falta experiencia y practicar».

El incremento de la popularidad de esta profesión es notorio. La fiesta, la música y animar a la gente son elementos que hacen atractivo este trabajo, pero el más significativo para David es la foto. «Hay gente que pincha dos veces al año en una fiesta y dice que es DJ con las dos fotos que se ha hecho, hay veces que solo se busca la foto» destacando que «esa foto que tanto gusta» a veces hace perder la verdadera esencia de la profesión.

Puede que la sensación de ver a la gente bailar y disfrutar con la música que se pincha sea la más satisfactoria de este trabajo «a mi me pone la piel de gallina si he terminado el set y he hecho disfrutar y he conectado con la gente» destaca el DJ. Pero hay personas que no buscan esa sensación, «hay gente que yo creo que solo busca la atención pública». Por eso defiende que para ser un buen DJ, lo importante es centrarse en la música y dejar el postureo.

La figura del DJ ha adquirido un papel fundamental en cualquier evento social, fiesta, y en la industria musical en sí. El promotor de cada evento o acontecimiento busca a una persona que sea capaz de hacer recordar el momento de la mejor forma. «Lo bueno de tener actualmente tantos DJ's es que puedes elegir lo que buscas, variedad musical, animación o cientos de características más» añade el DJ burgalés.

Aunque todo no podía ser bueno, «un día un promotor me dijo tienes este número de seguidores, tu caché es de tanto dinero» especifica Zélmar. Por esta situación «te puedes encontrar a gente con 15 mil y 20 mil seguidores que luego se acercan a la mesa de mezclas y te preguntan para que sirve un botón de la mesa», confiesa.

Mucha gente se pregunta si los DJ's viven solo de este trabajo. Eso depende de varios factores como la experiencia, el tipo de evento, la ciudad en la que se trabaja, las habilidades adicionales que tenga cada DJ y la calidad del equipo de sonido. A estos también se podría añadir la popularidad de la persona que se mencionaba anteriormente.

«Yo lo compagino con otro trabajo, porque también hay que pensar que lo de ser DJ para alargarlo en el tiempo es complicado» declara Zélmar. «Yo estudié magisterio de educación primaria e intentaré seguir este camino» concluye el DJ burgalés.

Toda profesión o trabajo tiene algo negativo. En este caso, para algunos es el trato con la gente, pero para David Zélmar son los días que personalmente esta mal, «yo soy mucho de animar y hacer el tonto y hay días que no te apetece porque no estas en el mejor momento y tienes que hacer un papel».

Parece fácil ser DJ pero también hay que tener en cuanta que muchos de ellos empiezan siendo residentes en un bar o discoteca. Eso significa ir jueves, viernes y sábado. La sensación es «repetitiva porque iba más o menos la misma gente y tenías que poner la misma música» a lo que añade, «te ofuscas en lo mismo, esa sensación tampoco es lo mejor de este trabajo» afirma Zélmar.

«El día que deje de sentir la música lo dejo». Este podría ser uno de los elementos más importantes de un DJ porque al final la música para esta profesión es lo más importante en el día a día.

Pero también hay que tener en cuenta que para ser un buen DJ «hay que conectar con el público», recalca Zélmar. Al salir a otras ciudades que no saben quién eres debes saber enganchar a los asistentes y hacerles disfrutar «si no eres una figura pública, debes conectar con ellos, porque es lo que van a valorar» manifiesta.

Viajar por diferentes lugares lleva a vivir miles de momentos y experiencias, aún más de fiesta y mucho más de noche. Por eso el DJ burgalés recuerda una anécdota muy reciente: «Un día en un pueblo nos tiraron una gallina al escenario y lo primero que hicimos fue recogerla y cuidarla». A ese momento añadieron la canción de la gallina y la fiesta continuó.