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Policía Local de Burgos procedió en la mañana de este lunes al cierre de las discotecas Siesta, ubicada en el polígono industrial de Villalonquéjar y del local llamado Klimax de la calle Santo Domingo de Silos, al lado de Reyes Católicos. «Se ha empezado por ... estas por ser las más prioritarios, pero habrá más precintos» ha asegurado el concejal de Licencias del Ayuntamiento de Burgos, Ignacio Peña.
Según ha informado la propia Policía Local y el edil sobre las dos discotecas de Burgos existía ya una orden de cierre emitida por el Consistorio. En concreto, la ubicada en Villalonquéjar, su propietario había sido requerido por Bomberos de Burgos en varias ocasiones porque constaba sobre el local «un informe negativo, sin que se presentara a los llamamientos del jefe de Bomberos, ni tuviéramos noticias de ellos», confirmaba el concejal de Licencias , Ignacio Peña.
En el caso de la discoteca Klimax, de la calle Santo Domingo «sí tenía la licencia municipal», sin embargo, ha apuntado Peña, «pesaba sobre ella numerosos incumplimientos» de los requisitos recogidos en el permiso. Y ha anunciado que «hay un listado con locales controlados» y que las dos intervenciones en estas discotecas «no serán las únicas».
El área de Policía Administrativa de la UPAD es la encargada de acudir a los locales para requerir a sus propietarios las actuaciones pertinentes. En el caso de las de Santo Domingo y de Villalonquéjar estuvieron en los locales para proceder a la clausura de los recintos que operaban de manera presuntamente fraudulenta.
La horrorosa imagen del incendio de las discotecas murcianas Teatre, Golden y Fonda Milagros donde murieron 13 personas ha sido la punta de lanza para que el Ayuntamiento de Burgos revise el estado de locales de ocio y de discotecas ante la posibilidad de un accidente como el ocurrido hace unos días en Murcia.
A la hora de proceder a los cierres o clausuras de este tipo de locales que operan sin licencia administrativa o que hacen caso omiso de una orden de cierre, los propietarios de los locales prefieren pagar una multa antes que cerrar y perder dinero y clientela. Consultadas fuentes jurídicas acerca de este tema, estas señalan que en todas las ciudades, también en Burgos, «operan o han operado empresarios sin escrúpulos» que funcionan sin licencia. Y su número «no es pequeño».
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El problema es que «el deber de vigilancia» que han de llevar a cabo las administraciones «suele fallar» o los ayuntamientos «no cuentan con personal» para llevar a cabo estas tareas de control «que deben empezar en los despachos de las administraciones», recalcaban las mismas fuentes.
En el caso de Murcia «habrá funcionarios y, posiblemente responsables políticos» que acaben sentados en juzgado, reconoce el letrado consultado. Las infracciones más reiteradas en Burgos «son relativamente leves» y a afectan a aforos, salidas de emergencia, horarios de cierre (en bares nocturnos) o medidas de seguridad activas.
Las tragedias del madrid Arena en 2012, la discoteca Flying de Zaragoza en 1990 o la discoteca Alcalá 20 en Madrid, en 1983 son las más sonadas, unida a la última acaecida en Murcia hace unos días
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