Los hosteleros denuncian que los cierres interiores no dan resultado y condenan al sector

La Federación Provincial de Hostelería de Burgos se ha tomado la molestia de analizar, a partir de los datos que ofrece el portal de transparencia de la Junta, la evolución de la pandemia en la capital burgalesa durante las últimas semanas. Han hecho un estudio comparativo, explica su presidente, Fernando de la Varga, comparando el mes largo que llevan con restricciones con el mes inmediatamente anterior. Y el resultado es bastante esclarecedor.

«Se han producido el doble de contagios durante este periodo de tiempo», afirma De la Varga, lo cual demuestra que «esta medida no está dando el resultado que la Junta esperaba». Aun así, mantienen el criterio, lo que ha llevado a incluir a Aranda en la lista de municipios con medidas excepcionales, una decisión que recurrirá el Ayuntamiento de la capital de La Ribera. Es que los datos de incidencia están afectados por el brote registrado en la congregación Iesu Communio, en La Aguilera.

Al mantener el cierre en el interior de los establecimientos, se «condena económicamente al sector», apunta De la Varga, quien recuerda que hay mucho hosteleros que no pueden instalar terraza o que tienen un número muy reducido de veladores. El servicio en terraza es, además, insuficiente para cubrir el negocio, mucho más si se tienen que soportar jornadas como las pasadas, marcadas por el frío y las lluvias.

Desde la Federación tienen intención de analizar también la evolución epidemiológica de los otros municipios afectados por las restricciones y, además, estudiarán los índices de vacunación. Fernando de la Varga afirma que, observando el ritmo de vacunación de ciudades como Segovia o Burgos, que son las que tienen las incidencias más elevadas, se detecta un porcentaje bajo de vacunación. «Es un dato a tener en cuenta, y no el eje País Vasco del que hablaba la consejera».

Los hosteleros piden a Verónica Casado que sea más cauta a la hora de lanzar ese tipo de mensajes y, «tanto que le gustan los números», que tenga en cuenta los análisis realizados por la Federación, que «reflejan claramente la situación en la que estamos». Para el presidente, «en estos momentos no estamos para suposiciones sino para hechos» y aboga por seguir el modelo de Madrid.

Fernando de la Varga coincide con la Junta en que no se puede pasar de cero a cien de un día para otro, en referencia al efecto que ha generado el fin del estado de alarma. Tiene que haber una desescalada pero permitiendo la recuperación de la actividad económica. «No pueden seguir predominando los criterios sanitarios a costa del sufrimiento económico de la hostelería», afirma.

El presidente de los hosteleros burgaleses no descarta que el sector acabe acudiendo a los tribunales, sobre todo en el caso del ocio noctuno, que sigue cerrado. «Alguien tendrá que pagar la factura por no dejar trabajar», asegura, y no valen subvenciones. Eso sí, reconoce que el momento es muy delicado, que la situación es complicada pero si ven opciones de ganar, podrían acabar con denuncias.