Los empresario del ocio nocturno afirma que el cierre de bares y discotecas «no va a ser la solución» al repunte de la covid-19

Como vienen comentando desde la desescalada, cuando la reapertura del ocio nocturno corrió diferente fortuna que el resto de la hostelería, en un bar de copas o discoteca la gente no se contagia más ni menos que otro tipo de establecimiento, aunque por el tipo de actividad se desinhiban con más facilidad. «Podemos tener culpa pero no toda y la solución no va a ser el cierre», afirma Llorente, pues tras las restricciones de horarios los casos han continuado aumentando.

Llorente se refiere a la decisión de la Junta de Castilla y León de adelantar el cierre de los establecimientos, que deben estar cerrados a las dos de la madrugada. Con el cambio de horario solo han conseguido, en toda la hostelería, vaciar bares y restaurantes, y si ahora establecen el cierre a la una y que no se pueda admitir a nuevos clientes a partir de medianoche, la gente va a optar por no salir de casa, afirma.

Las mismas consecuencias va a tener la medida que prohíbe fumar en la calle o que condiciona hacerlo en una terraza a garantizar la distancia mínima de 1,5 metros. Y habrá que ver qué ocurre con los puntos de fumador de algunos establecimientos, comenta Llorente. Y cómo se gestionan los límites de diez comensales máximo (doce si son convivientes estables), otra de las medidas acordadas en el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS).

También están a la espera de ver cómo afectará la decisión de cerrar bares de copas y discotecas a aquellos bares especiales con terraza, que en Burgos son muchos, pues con la terraza el ocio nocturno ha intentado salvar la temporada. Existe dudas sobre si se les aplicará el cierre por ser bar de copas o si podrán funcionar como lo hicieron durante la desescalada, solo con la terraza y acceso a los aseos, pero sin atención dentro del establecimiento.

Los empresarios del ocio nocturno le piden al Gobierno medidas de apoyo para frenar las consecuencias derivadas de la crisis de la covid-19, pues los ingresos siguen cayendo pero los costes no bajan (han tenido que volver a pagar alquileres y levantar ERTE).