Empiezan los trabajos para consolidar las ruinas de San Francisco que durarán seis meses

Los ciudadanos podrán disfrutar, una vez queden terminadas y consolidadas las ruinas de un nuevo espacio para el ocio y la cultura. Para ello, el recinto tendrá una entrada, que ahora está candada por seguridad, se facilitará la accesibilidad al recinto y se ajardinará y adoquinará por dentro. En la actualidad el suelo es de tierra y maleza. El cerramiento se ajustará a los requerimientos históricos.

Además se van a proteger y mejorar las paredes exteriores, limpiando de vegetación las laderas. Parte de ellas están muy sucias y son hogar de decenas de gatos callejeros que han encontrado refugio entre la maleza y las tuberías sin uso del antiguo recinto monástico y después militar y como almacén municipal.

En los primeros días del mes de julio, el responsable de Hacienda y Patrimonio del Ayuntamiento de Burgos, Ángel Manzanedo, firmaba la adjudicación a Aibur Restauraciones, que ya se había hecho cargo de otras obras en este monumento, por un importe de 185.130 euros.

La Concejalía de Hacienda y Patrimonio del Ayuntamiento de Burgos ha formalizado recientemente, a mediados de julio, el contrato para ejecutar esta intervención por 185.130 euros con impuestos incluidos, como explica el edil responsable de esta área, el popular Ángel Jesús Manzanedo (PP).

El anterior Gobierno de PSOE y Ciudadanos aprobó una modificación presupuestaria, en concreto el Expediente de Transferencia de Crédito nº 7. Distrito Centro Norte. Remodelación ruinas Convento San Francisco por el importe de 233.436,50 €. La licitación salió con ese precio base y finalmente se ha adjudicado por un 20% menos. Concursaron cuatro empresas y Aibur fue la que realizó la oferta más económica, finalmente se llevó la obra que ahora empieza.

Hace dos años ya se acometió una restauración parcialde las ruinas en las que se invirtieron 43.600 euros. La obra se concretó en frenar el cada vez más evidente deterioro. El actual proyecto se va a centrar en consolidar las paredes, recuperar el solar y dedicar, con otros proyectos de carácter cultural, un nuevo recurso para la ciudadanía.

En noviembre de 2021 se llevaron a cabo los primeros trabajos de consolidación de las ruinas. Se quitaron las hierbas, la maleza, se cortaron algunos arbustos, se adecentó la fachada para evitar desprendimientos y se recolocó el nido de la cigüeña y se limpiaron todos los grafitis de las fachadas y alrededores.

La primera fundación de San Francisco de Asísen la península fue en la ermita de San Miguel, en 1214, en el cerro de su mismo nombre, en la ladera sobre la que está hoy el depósito de aguas. Años más tarde se busco un nuevo emplazamiento conventual se realizó en 1229 y pasó desde San Miguel a un entorno llamado los 'Bayllos menores' –hoy Vadillos— al lado del convento de la Trinidad y a 300 metros de la puerta de San Gil. El monasterio alcanzó entonces fama y poder y ganó todo el territorio del Cerro de San Miguel y su ermita.

El Almirante de Castilla Ramón Bonifaz fue uno de los mecenas principales del templo y del convento franciscano y quien ayudó a la realizar la fábrica de la iglesia. Pagó de su bolsillo la parte principal y las naves centrales. Su sepultura y su escudo de armas presidieron durante siglos la iglesia conventual.

Según el que fuera cronista de la ciudad Eloy García de Quevedo, en un artículo de prensa en 'El Noticiero Bilbaíno', asegura el Diego López de Haro, señor de Vizcaya y fundador de Bilbao, fue «enterrado en la antigua iglesia de San Francisco, pero su sepultura, como tantas otras allí existentes un tiempo, desapareció con la ruina de aquel templo durante la guerra de la Independencia y el subsiguiente abandono en los días de la exclaustración».