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Natalia Sáez Ursúa
Viernes, 8 de marzo 2024, 07:21
Popularizar las empanadas argentinas en la ciudad de Burgos no era una tarea fácil pero, desde hace poco más de un año, el local El Acento lo está consiguiendo entre los vecinos. No en vano muchos dicen que ha enamorado «a un barrio entero».
La ... historia del local se inició desde que Marcos, uno de los propietarios, llegó a Burgos hace tres años con su pareja. Lucas, el otro dueño del bar, aún seguía al otro lado del charco cuando su amigo comenzó una nueva vida en la ciudad. Poco le costó convencerle. Un año después ya estaban los dos juntos de nuevo, pero esta vez en un país diferente.
Desde que eran «chicos» soñaban con tener un bar y llevarlo juntos, «queríamos tener un lugar de nosotros, para los amigos», destaca Marcos. Su Argentina natal no tenía preparado ese futuro para ellos, «allí nosotros teníamos todo, pero siempre estábamos con el miedo de no poder salir tranquilos, y el tema de proyectar está muy lejos», subraya Marcos, propietario del negocio.
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Natalia Sáez Ursúa
La realidad de su sueño llegó en noviembre de 2022, que fue cuando se enteraron que dejaban el establecimiento en el que iban a empezar a escribir su relato. Pero no fue hasta el día 1 de enero de 2023 cuando «nos dieron las benditas llaves», destaca Lucas. Y la gran apertura llegó el día 6 de ese mismo mes.
Tras instalarse definitivamente en España, en Burgos, y conocer su cultura y su gastronomía, decidieron empezar en El Acento con una carta que «está en proceso, la tenemos que engordar un poco y darle caña», reconoce Lucas. Porque es verdad que a ellos lo que les gustaría es prender un fuego y hacer un asado, «lamentablemente el lugar nos limita», confiesan. Aunque no puedan elaborarlo en su local, mucha gente confía en las manos argentinas y les reservan para hacerlo, «la gente sale muy contenta ya que es algo que no hacemos a diario, traemos Argentina a España», subraya Lucas.
En tan solo un año, varios burgaleses y visitantes de la ciudad han pasado por El Acento para probar sus empanadas. De ellas se caracteriza su masa, aunque el interior también es una de las partes más importantes de esta tapa, «no deja de ser un guisado, pero hay que saber las cantidades de cada ingrediente», destacan.
La masa de estas empanadas ha sido durante varios meses una prueba-error, aunque han logrado encontrar a un fabricante que consigue que queden como ellos las recuerdan de su país natal. «Únicamente la hacemos de dos sabores, hay para hacer de cinco o seis más mínimo, que son típicas también», declara Lucas.
Aunque esta tapa tenga mucho de Argentina, no hay ningún ingrediente que provenga de ese país, la cebolla, el pimiento, la ternera o el pollo, «son de acá». Además de esta tapa, sus pizzas también han ganado un gran protagonismo entre sus clientes.
Tras conocer y observar las opiniones de todos sus clientes al probar sus empanadas, una frase les ha marcado y siempre la recuerdan, «cada argentino que vino al bar, las probó, cerraban los ojos y decían, me lleva a Argentina, eso es fundamental para nosotros», declara Lucas. Pone de ejemplo a sus paisanos porque ellos son los que realmente han probado una empanada argentina y la conocen.
En un principio esta tapa no calaba tanto en los burgaleses. Estos dos amigos también elaboran platos típicos españoles como la tortilla de patata, pero no querían destacar por estos pinchos, por eso fueron invitando a la gente a probar sus empanadas. Al final, les convencieron y actualmente la mayoría de sus clientes no toman una cerveza con un pincho, se toman una empanada con su cerveza, «esto a nosotros nos llena, porque de 'a poquito', salió bien, gusto y estamos muy contentos», señala Marcos.
Cambiar de país y empezar una nueva vida puede ser duro, y para estos amigos lo sigue siendo, «lo que más echo en falta y me duele es no tener a la familia, amistades», subraya uno de ellos. Pero gracias al barrio burgalés, Los Vadillos, y su acogida cuando llegaron se sienten como en casa, «yo voy de bar en bar y todo el mundo me saluda, me invita a tomar algo, estoy tan agusto», manifiesta Lucas, a lo que seguidamente añade, «aquí hay una calidad de vida que tristemente en Argentina hace mucho tiempo que no la hay».
La decisión de salir de su país natal fue por dos circunstancias, una de ellas es el miedo a salir a la calle y el proyectar. «Nos faltan las abuelas, las comidas familiares y las salidas con amigos pero estoy tranquilo aquí en España cuando mi familia sale a la calle», expone Marcos. No tienen miedo a salir a la calle, estar en Argentina «no era vida», concluye.
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