Así es una de las hamburguesas de Burgos que compite por ser la mejor de España

La historia de este local conllevó mucho sacrificio por parte de Alex y María, sus dueños, quienes abrieron las puertas de este restaurante antes de pandemia. El confinamiento les supuso estar a punto de arruinarse y decir adiós a su sueño. Pero María no se dió por vencida y siguieron luchando por su ilusión.

La propuesta de La Rima tiene como elemento principal la carne. Cárnicas Nay son los encargados de abastecer a este establecimiento con la mejor calidad de sus carnes. Más en concreto, para esta hamburguesa compran una pata de vaca entera, la cual se madura durante 30 días, se deshuesa y se mete en una picadora para después envasarla en paquetes de 10 kilos.

Otra de la características de esta elaboración es el pan. Desde Madrid, Panes con Alma, elaboran el mollete de cristal que sustenta los ingredientes de la Nay200. Pan que desayuna José Carlos Capel, uno de los críticos gastronómicos con mayor trayectoria y más importantes en nuestro país. La Rima no usa este pan tan solo para la hamburguesa, también como pan de carta .

El nombre de esta hamburguesa llama la atención por su número tan elevado y por su Nay tan característico. Pero todo tiene un significado, Nay es el pueblo de Galicia, de donde traen la carne elemento significativo de esta elaboración. «Tenemos siempre una carne excepcional, una cecina excepcional y una picada excepcional, y es todo gracias a Cárnicas Nay», reconoce Alex, propietario de La Rima.

Pero la carne también es el protagonista del número. 200 gramos divididos en dos bolas de 100 componen la propuesta de La Rima. «Con la Nay200 simplemente queríamos exponer nuestra hamburguesa de calidad» destaca Alex.

«Cuando elaborabamos pizzas y nos sobraba carne nos haciamos hamburguesas smash con la carne sobrante» subraya el propietario. A partir de ahí decidieron crear un nuevo plato para el restaurante. El cual está compuesta de 200 gramos de carne, divida en dos, una base de cebolla, una locha de cheddar y un mollete de cristal.

«Casi no notas la cebolla, ni el queso al probarla porque el pan y la carne captan todo el sabor de la elaboración» declara Alex. Aunque la cebolla juega una función importantísima. «Hago una cama de cebolla, como base, para que cuando aplaste la bola no la rompa» recalca el dueño de La Rima. Parece que al aplastar la carne se vaya a hacer una smash, pero con esta hamburguesa se quiere aplastar para sacra el jugo y así se cocine en él.

Con esto lo que se consigue es que la cebolla se caramelize en ese aplastado. Se le da la vuelta, e inmediatamente se coloca la loncha de cheddar para posteriormente taparla y que el queso se funda. Tras colocarla en el mollete de pan sale para servir al cliente.

Este restaurante no se considera ni pizzería, ni hamburguesería. Tienen varios tipos de pizzas y al haber diferentes opciones ha habido más opiniones positivas. En cambio, con la hamburguesa es dintinto, tan solo elaboran una hamburgesa de carne y es esta. «Con la hamburguesa es más complicado llegar a todo el mundo y más si solo haces una versión solo», declara Alex.

«Ha llegado a decirme la gente que rica pero sosa, rica pero le pondría picante», subraya el propietario de La Rima. Aunque también ha habido gente que le ha encantado y le ha parecido espectacular. «Yo como consumidor, es la mejor hamburguesa de mi vida» concluye Alex.