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Una década de servicio

Una década de servicio

El Hospital Universitario de Burgos cumplió este sábado el décimo aniversario de su puesta en servicio completa

Domingo, 19 de junio 2022, 09:03

Antes o más tarde, todos acabamos pasando por el hospital, ya sea como pacientes o como visitantes. Y no es lo mismo acudir al antiguo Hospital General Yagüe que acercarse al Hospital Universitario de Burgos (HUBU), que este fin de semana cumple diez años de servicio en la capital del Arlanzón. Diez años en los que la atención sanitaria de la ciudad ha cambiado drásticamente.

La historia del HUBU asienta sus raíces a finales de los 90'. En aquellos años ya comenzó a ser más que evidente que el antiguo hospital General Yagüe no daba más de sí. Diseñado y construido a mediados del siglo pasado, 'Las Trescientas Camas', como era conocido popularmente, había sido un símbolo del crecimiento y desarrollo de Burgos, pero presentaba una imagen totalmente obsoleta y, sobre todo, se había quedado pequeño. Sus 52.000 metros cuadrados no eran capaces de albergar todos los servicios sanitarios que demandaba ya entonces la población de la capital.

La realidad era tozuda y profesionales y ciudadanos así lo comprobaban día a día. Y así lo mostraron en las calles, con varias movilizaciones multitudinarias que acabaron forzando la maquinaria administrativa a principios de este siglo. La Junta de Castilla y León recogió el guante y el Gobierno de Juan Vicente Herrera se puso manos a la obra con la intención de dotar a Burgos de un hospital amplio y moderno.

Modelo polémico

Eso sí, desde un primer momento se apostó por el modelo concesional, una fórmula nunca antes usada en Castilla y León -y no repetida hasta la fecha- para levantar una infraestructura sanitaria y muy contestada por una parte de la sociedad. El concepto era simple: la Junta de Castilla y León externalizaría la construcción, mantenimiento y equipamiento del hospital a una empresa y, a cambio, ésta podría explotar 14 servicios no asistenciales y recibiría anualmente un canon por parte de la Junta, que se calcularía en función de múltiples variables y que se ha incrementado respecto a las previsiones iniciales.

Finalmente, el contrato, con una vigencia de 40 años, recayó en la sociedad Nuevo Hospital de Burgos, renombrada tiempo después como Eficanza. Aquella operación generó una gran polémica que, diez años después, aún continúa. De hecho, el Consejo de Cuentas decidió hace escasas semanas realizar una fiscalización «especial» del proceso de construcción y gestión del HUBU y la cuestión ha sido objeto incluso de una comisión de investigación en las Cortes, donde buena parte de la oposición continúa reclamando la recuperación de la gestión ante la elevada factura que se continúa pagando.

Sin embargo, los responsables de la Junta han insistido siempre en dos cuestiones a este respecto. La primera es que el proceso de contratación, construcción y posterior gestión está debidamente fiscalizado y se realizó contando con todos los parabienes legales; la segunda es que la fórmula concesional permitió acelerar el proceso de manera más que significativa.

Infraestructura grande y moderna

Hasta el punto de que, a pesar de diferentes problemas, a finales de primavera de 2012 ya estaba todo listo para trasladar los servicios sanitarios al nuevo hospital, que se había diseñado con la idea de poder cubrir las necesidades de la ciudad durante muchas décadas. Quizá, el cambio más evidente respecto al General Yagüe era el espacio. En total, 264.405 metros cuadrados repartidos en varios bloques, lo que lo convirtió, con diferencia, en el mayor hospital de Castilla y León.

En su interior se adaptó espacio para 744 camas en habitaciones que nada tenían que ver con las del antiguo hospital, 172 consultas externas y hasta 24 quirófanos, amén de una miríada de servicios sanitarios, como Urgencias o la UCI, entre otros muchos.

A mayores, el HUBU nació equipado con la más alta tecnología en todos sus frentes, una circunstancia que, según reiteran desde la gerencia del mismo, continúa siendo una máxima de trabajo. Prueba de ello es la presencia en el hospital de equipos tan avanzados como el robot quirúrgico Da Vinci o el nuevo PET-TAC, segundo en entrar en servicio en todo Castilla y León.

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El faraónico edificio, que ya forma parte indisoluble del skyline burgalés, estaba listo para entrar en servicio. Sólo faltaba trasladar toda la operativa. Y ese proceso se llevó a cabo de manera paulatina durante varias semanas, hasta que el 18 de junio de 2012 se trasladaron definitivamente los servicios de Urgencias, Ginecología y Obstetricia. Aquel día se apagaron las luces del antiguo General Yagüe y no se volvieron a encender.

La asistencia sanitaria en Burgos había cambiado ya para siempre y el vetusto complejo hospitalario se alzaba ya como testigo mudo de un tiempo pasado. A poco más de un kilómetro de allí, se alzaba ya el HUBU, que desde entonces se ha convertido en un referente absoluto, ateniendo cada día una media 1.260 consultas externas, 333 urgencias y 44 intervenciones quirúrgicas y habiendo superado una pandemia con una plantilla de más de 3.500 trabajadores, lo que lo convierte en el mayor centro de trabajo de la provincia.

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