Callejeando por Burgos

El Corralón de las Tahonas, corral de comedias de la capital

El Corralón de las Tahonas es una gran plaza interior cerrada por edificios de las calles San Miguel, y la propia Las Tahonas. Se accede a ella a través de las dos calle por sendos pasajes. Si por el noreste la mira el arco de San Esteban por el sur lo hace el de San Gil y la iglesia del mismo nombre.

Para que podamos hacernos una idea de lo que fue este corral de comedias, nos debemos trasladar al más clásico y conocido de todos los corrales de comedias, el de Almagro que es el único espacio escénico en el mundo, de la tipología de teatros del siglo XVI y XVII, que se conserva intacto en forma y estructura.

Si nos pilla más cerca, que seguro que sí, nos iremos a Quintanilla del Agua. Al Territorio Artlanza de Yáñez. En la escultura más grande del mundo podremos visitar dos corrales de comedias. Similar a éstos era el de Las Tahonas.

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¿Y por qué de las tahonas? Tan sencillo como que la calle de Las Tahonas es tangente a la plaza. En este lugar estaba establecido en el Burgos alto medieval el gremio de los fabricantes de pan. De hecho, hasta hace muy pocos años un obrador de pan estaba en la calle, junto a la entrada al Corralón.

Tahona es una palabra árabe que significa molino. En estas tahonas la manera en la que se molía el trigo en la rueda era por medio de animales. Caballos, asnos y otros animales de tiro, movían con esfuerzo la mecánica de la rueda del molino para fabricar harina.

Sin embargo, el Corralón no fue el primer teatro de comedias. En la calle San Francisco, junto al convento de los Trinitarios, había uno más antiguo. Tras él, el del Corralón y cuando el mal estado de las edificaciones hacía peligrar las funciones, la farándula burgalesa se fue a la calle de La Puebla, a mediados del siglo XVIII:

En Burgos antes de edificarse el actual teatro hubo otro, que se encontraba en la calle de la Puebla. Pero el teatro más antiguo, estuvo en lo que hoy llamamos Corralón de las Tahonas, y fué destruido en el siglo XVIII.

Recuperar para el arte, teatro, música, títeres… es una asignatura pendiente que desde la administración local se debiera revisar.