El Corpus Christi se celebrará en el interior de la Catedral de Burgos, consagrada en exclusiva al culto por la covid-19

Durante estos meses, «se ha sufrido mucho el cierre al culto de la Catedral», afirma el canónigo Micael Hellín, pues la Seo es un lugar de culto público y una vez se decretó el estado de alarma se tuvo que cerrar por seguridad sanitaria. Con las diferentes fases de la desescalada se ha reabierto, aunque con restricciones que se van flexibilizando según se avanza, y los burgaleses responden de manera contenida.

Actualmente, la Catedral se encuentra abierta para el culto de 8:30 a 12:00 y de 18:30 a 20:00, de lunes a sábado, y de 8:30 a 13:00 y de 18:30 a 20:30 los domingos. Las misas se celebran exclusivamente en las capillas de Santa Tecla y el Santísimo Cristo de Burgos, a las 9:00, las 10:00 y las 19:30 (de lunes a sábado) y a las 10:30, 12:00 y 19:30 (los domingos). Y este domingo se contará con una celebración muy especial.

Se conmemora la festividad del Corpus Christi pero no es posible realizar la tradicional procesión en la calle, así que el arzobispo, Fidel Herráez, presidirá la Santa Misa a las 12:00. Se celebrará en el Altar Mayor, con aforo limitado a 192 personas, bajo invitación, y se realizará una procesión por el interior de las naves de la Seo, sin que los fieles se puedan mover de sus asientos, explica Hellín.

A continuación, el arzobispo de Burgos saldrá a las puertas de Santa María y el Sarmental para bendecir a la ciudad, pero se hace un llamamiento a la ciudadanía para que no se congregue en torno al templo pues se deben evitar aglomeraciones y situaciones de riesgo. (además, la misa se podrá seguir por YouTube). De hecho, en el interior de la Catedral se sigue al pie de la letra el protocolo sanitario para fieles y clero.

Las puertas de acceso están abiertas, a las entradas de las capillas han geles hidroalcohólicos, se han marcado en el suelo itinerarios, los bancos cuentan con adhesivos para que los fieles mantengan la distancia de seguridad y es obligatorio el uso de mascarillas. Además, a la hora de dar la comunión se utiliza una pantalla de metacrilato y se da en mano. En los altares, los micrófonos están protegidos y hay geles hidroalcohólicos para los sacerdotes.

«Nos ajustamos a los protocolos sanitarios», explica Micael Hellín y tanto es así que las confesiones se realizan en los confesionarios habituales, que están reforzados con sendas pantallas metacrilato para el sacerdote y el penitente. Y, además, todo se desinfecta periódicamente. Hay limpieza tras cada uso de los confesionarios y, en el caso de las capillas, se desinfectan antes y depués de cada misa.

El canónigo de la Catedral de Burgos asegura que los fieles acuden pero con respeto, con miedo al contagio. Se permite un aforo del 50% de las capillas abiertas, al menos durante la segunda fase de la desescalada, y si bien a diario no se llenan, el domingo sí se cuenta con mayor presencia de fieles. Eso sí, todavía nadie se que ha quedado fuera por haberse completado el aforo. A partir del lunes, dependiendo de la fase y cómo se pase a ella, se ampliarán aforos y recursos.

Mientras, la Catedral seguirá cerrada a la actividad turística. Si bien es cierto que en la fase 2 ya se pueden abrir monumentos, con restricciones, es muy probable que la Seo no vuelva a abrir sus puertas a las visitas turísticas hasta finales de junio principios de julio. Es imprescindible que se recupere la movilidad, primero entre provincias en Castilla y León y luego entre regiones para poder recibir a visitantes de otros territorios.