Si el coronavirus nos rodea, lo fumigamos: autobuses urbanos y taxis, libres de COVID-19

El confinamiento en nuestros domicilios es la clave para frenar la expansión del coronavirus. De ahí el exhaustivo control al que nos someten Policía Local y Policía Nacional. Pero no es menos cierto que tenemos que salir de casa para ir a trabajar, comprar comida o bienes de primera necesidad, acercarnos a la farmacia, acudir a los centros sanitarios o atender a mayores y dependientes. Y debemos hacerlo con las mayores garantías.

Por ese motivo, el Ayuntamiento de Burgos ha iniciado un operativo de desinfección y saneamiento de espacios públicos y privados, que incluye los autobuses urbanos y los taxis, pues ambos prestan un servicio a los ciudadanos que tienen que moverse por la ciudad y no cuentan con otro medio de transporte. Y, aquí, la sección de Control de Plagas del Ayuntamiento se ha convertido en protagonista, así sin quererlo, pues son los encargados de dejar buses y taxis libres de coronavirus.

Con sus trajes especiales y armados con los químicos apropiados, los dos técnicos municipales se encargan estos días de «fumigar» los taxis y los autobuses urbanos, estos últimos reactivados al 25%. El trabajo se realiza en las cocheras de Autobuses Urbanos, en la carretera Poza, hasta donde acuden los taxistas de servicio para desinfectar sus vehículos. Algo que, por cierto, hacen periódicamente sin necesidad de coronavirus.

Y es que están obligados a desinfectar los taxis una vez al año, si bien lo suelen hacer cada tres meses, aproximadamente. También si consideran que, por algún servicio específico, es necesario proceder a este saneamiento especial, que se combina con la desinsectación (limpieza de insectos y demas bichos, vamos). Ahora, el coronavirus les obliga a ser más exhaustivos y se han reservado dos turnos de limpieza: de 8:00 a 10:30 y de 13:00 a 14:30.

Por su parte, los propios taxistas llevan medidas de protección, principalmente mascarillas, y se ha establecido un protocolo de uso: máximo dos viajeros por vehículos y siempre en la parte trasera. El servicio de taxis se mantiene operativo, aunque los taxistas afirman que están perdiendo dinero pues los burgaleses no les llaman ya que están confinados en sus domicilios.

Pocos son también los usuarios de los autobuses urbanos. Unos 550 en la primera jornada de reactivación y algo más de movimiento en la segunda. Los pasajeros deben cumplir también con un protocolo, como entrar y salir por la puerta posterior, sentarse en zig-zag o no acercarse al conductor, que va protegido con mascarillas y guantes. Y los buses se desinfectan a diario.

En concreto, cuando vuelven a cocheras, por la noche, ya que ahora se está utilizando un autobús por conductor. Es decir, al cambio de turno se cambia conductor y autobús, máxima medida de protección y prevención de contagios. En el caso de los buses, la desinfección también es habitual, cuando no hay coronavirus, y se realiza una vez al mes, explican los técnicos de Control de Plagas.

Y es que, seguramente, muchos burgaleses desconocían este detalle o, al menos, no se habían parado a pensar en la necesidad de desinfectar un vehículo de transporte urbano. Ahora nos parece imprescindible y, por eso, Control de Plagas se ha convertido en protagonista de noticias y fotografías, porque solo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena. Y truena ahora con el coronavirus, pero también cuando hay muchas palomas o se detectan plagas de ratas o cucharachas.

La desinfección que se realiza ahora es rápida e indolora. Se rocía con productos químicos los vehículos, se les deja cerrados durante un tiempo (corto en el caso de los taxis y toda la noche en el caso de los buses), luego se ventilan bien y... a trabajar. No hay riesgo alguno para la población pero es efectivo para acabar con cualquier sospecha de coronavirus, o infección general.

El operativo de desinfección suma también a los Bomberos de Burgos y a Protección Civil, que tomarán el relevo de la Unidad Militar de Emergencias. Se actuará en sitios prioritarios, los exteriores de cocheras, de la estación de autobuses o de los centros de salud. También se acudirá a zonas comerciales, como los mercados, y otras dependencias públicas en las que se pueda concentrar mayor número de visitas.