Cinco años de cárcel por agredir sexualmente y violar a dos mujeres en Burgos

El juzgado de instrucción número 1 ha condenado a este hombre a seis meses de prisión por un delito de agresión sexual en grado de tentativa y a cinco años y un día de cárcel por un delito consumado de violación. Se le inhabilita para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y se le inhabilita para cualquier profesión que conlleve contacto regular y directo con menores de edad por un periodo de cuatro años.

Igualmente, se le prohibe aproximarse a las dos víctimas. A la primera de ellas, víctima de un delito de agresión sexual, la deberá indemnizar con 400 euros; a la segunda, víctima de violación, con 9.000.

Se le condena a la medida de libertad vigilada por un periodo de cuatro años por el delito de agresión sexual, y por otro periodo de ocho años, por el delito de violación, durante los cuales deberá someterse a un programa formativo de educación sexual.

Pero la condena también contempla que cuando el condenado cumpla la mitad de las penas, se sustituirá el resto del tiempo de cárcel por la expulsión del territorio español con la prohibición de regresar a España durante un periodo de diez años, ya que el condenado es de Argelia y se encontraba en España en situación ilegal. La mitad de las penas se cumplirá en un periodo breve de tiempo, ya que al condenado se le resta del tiempo de prisión impuesto por el juzgado el tiempo que ya ha estado preso. Lleva en la cárcel desde agosto de 2022.

La Audiencia Provincial y tanto la parte acusatoria como la acusada consideran probado que el condenado, en situación ilegal en España, sobre las 5.30 horas del 31 de julio de 2022, se encontró con una mujer en la calle. Esta estaba sola por la calle Calzadas y se dirigía hacia plaza de España. En ese momento, el condenado se dirigió hacia ella y le dijo: «no soy moro», le habló en inglés y comenzó a seguirla.

La mujer le dijo que se fuera, pero el hombre no dejó de seguirla y con el propósito de cumplir sus deseos libidinosos la agarró fuertemente y la intentó besar. La mujer intentó zafarse y comenzó a gritar. La presencia de un joven en las proximidades provocó que el condenado se alejara.

El ahora condenado se dirigió después a la avenida Reyes Católicos, allí se encontró con otra mujer que estaba sola. También la siguió y cuando esta se encontraba a la altura de unos garajes, actuando también con el deseo de satisfacer su ánimo libidinoso, agarró fuertemente a esta mujer. La arrastró hacia el interior y allí la agarró con fuerza y consiguió violarla mientras esta gritaba y se defendía como podía hasta que finalmente el procesado cesó en su acción y abandonó el lugar.

Poco después, efectivos policiales fue detenido cuando se encontraba escondido en otra calle. Había ido a esconderse hasta allí huyendo de la persecución que le efectuó otro hombre. Este, al salir de un establecimiento de ocio, atendió la petición de ayuda de esta mujer. Siguió las indicaciones de esta y salió en la búsqueda del condenado. Las dos mujeres denunciaron estos hechos.