La población de palomas que inunda ciudades como Burgos puede llegar a causar estragos tanto para el mobiliario urbano como para las personas o la sanidad pública. Desde ensuciar las calles e inutilizar bancos repletos de excrementos hasta comerse las cosechas de girasol y otros cultivos de tierras cercanas.
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Sin embargo, el Ayuntamiento de Burgos ha implementado nuevas técnicas para capturar estas aves, que pueden traer enfermedades y suciedad, como señala el concejal de Medio Ambiente, Carlos Niño. A las capturas con redes se ha sumado hace menos de un año la tarea de los halcones Castor y Óscar. Asimismo, el Consistorio comenzará a utilizar una carabina y, por su parte, los agricultores de Burgos ya han pedido permisos para cazar las palomas que se alimentan en sus fincas.
Niño se remite a la vasta población de palomas que hay en Burgos para llevar a cabo estas capturas, que ya superan las 1.500 en lo que va de 2024. Sin embargo, especifica que hay dos clases diferenciadas de estas aves: las bravías o comunes y las torcaces. En detalle, las bravías son más fáciles de coger en redes y también cazadas por los halcones; sin embargo, las torcaces son más grandes, Castor y Óscar no se atreven con ellas y causan daños en los cultivos burgaleses.
Ante la dificultad de capturar las palomas torcaces, el concejal de Medio Ambiente de Burgos señala que los agricultores con fincas en las afueras de Burgos se pusieron en contacto con él porque «veían daños» en sus cultivos. Niño asegura que pedir permisos para cazarlas fue «iniciativa de los agricultores» y que ya se nota en algunos barrios de la ciudad que ha disminuido su población.
Dichos permisos o solicitudes de 'autorización de acciones para control poblacional de especies' son otorgados por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León. Cualquier persona puede solicitarlos a través de internet si alega que una especie está sobrepoblando un área: tanto en zonas cinegéticas como de cultivo.
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Para conceder una solicitud de caza temporal, las peticiones de los interesados deben justificar una o varias amenazas para el territorio al que se quieren destinar. La Junta valora si las especies provocan efectos perjudiciales para la salud y seguridad de las personas; si su caza serviría para prevenir accidentes respecto a la seguridad vial o aérea; para prevenir perjuicios importantes a los cultivos, el ganado o los bosques; para conservar los hábitats, evitar daños a las instalaciones o corregir desequilibrios poblacionales de fauna silvestre.
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Gabriel de la Iglesia
Es la propia Consejería la que decide cuánto dura este permiso y la forma en la que se puede cazar cada animal. En el caso de las palomas bravías y torcaces, que pertenecen a caza menor, estas se pueden capturar al salto, al aguardo o espera o con cetrería, según la Junta. Estos permisos se pueden solicitar en cualquier época del año.
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Hasta mediados de agosto de 2024, en la ciudad de Burgos se han capturado unas 1.500 palomas. El concejal Carlos Niño señala que, de forma desglosada, se han cogido más de 900 de clase bravía, más que en 2023, y otras 600 de torcaz.
Sin embargo, si este dato se compara con años anteriores aún es bajo, porque aún quedan varios meses de este 2024. En este gráfico se aprecian las capturas de palomas registradas por el Ayuntamiento de Burgos:
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En 2023 se realizaron 2.057 capturas para mantener bajo control la expansión de esta especie en Burgos. En 2022 se marcó un máximo histórico con 2.775 animales cazados, cifra superior a las 1.959 palomas capturadas en 2021.
Carlos Niño se muestra muy satisfecho respecto al número de capturas de palomas en Burgos, y señala que tanto el equipo de Gobierno como los agricultores han sido «valientes» para acudir a la caza como solución. Además, destaca que las capturas de las torcaces están teniendo «éxito gracias a los agricultores».
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Por el momento, las capturas de palomas torcaces con permisos de la Junta ya se puede notar en algunas zonas de Burgos. «Vecinos de G3 dicen que ya es menor la presencia de suciedad en la zon», apunta el concejal de Medio Ambiente. Esto se debería a la disminución de la población de palomas torcaces.
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Asimismo, el concejal señala que los agricultores planean solicitar más permisos temporales de caza para otras zonas de Burgos, con la intención de frenar los daños causados por dichas palomas. Se prevén pedir permisos para cazar en zonas como los barrios de Cortes y Villafría.
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Por otro lado, el Servicio de Plagas también ha adquirido una carabina para atajar el problema de la sobrepoblación de palomas en Burgos. Niño asegura que esta se utilizará en «casos puntuales» y que el Ayuntamiento ya cuenta con un protocolo para su uso.
Esta arma se utilizará, además, en zonas puntuales, como el estadio municipal de El Plantío o La Deportiva. En estas zonas se prevé actuar cuando no haya ninguna persona y, cebando el área para que se acerquen las aves, luego se procederá a utilizar la carabina contra las palomas.
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