Todo lo que debes saber del seguro obligatorio para perros

En caso de no disponer de este seguro, el titular del animal se expone a multas que pueden ir desde los 500 hasta los 10.000 euros en función de la gravedad de los hechos. Esta ley, (Ley 7/2023, de 28 de marzo, de protección de los derechos y el bienestar de los animales) en su artículo 30.3 cita textualmente: «En el caso de la tenencia de perros y durante toda la vida del animal, la persona titular deberá contratar y mantener en vigor un seguro de responsabilidad civil por daños a terceros, que incluya en su cobertura a las personas responsables del animal, por un importe de cuantía suficiente para sufragar los posibles gastos derivados, que se establecerá reglamentariamente».

Este seguro es una póliza que debe cubrir los daños provocados por el perro a terceros, ya sean daños materiales o lesiones, tanto a personas como a otros animales. Mordiscos, accidentes o daños en la propiedad son las incidencias que debería cubrir la póliza del seguro de responsabilidad civil. Este seguro, obligatorio, es diferente de aquellos que cubren asistencia veterinaria, indemnización en caso de pérdida o robo del animal, o la defensa jurídica en caso de denuncias, y que siguen siendo opcionales como hasta ahora.

A pesar de la confusión inicial, la obligatoriedad de tener desde el 29 de septiembre un seguro de responsabilidad es solo para los propietarios de los perros. Los gatos quedan excluidos de la obligatoriedad de esta cobertura, como explica Tomás Fisac, presidente del Colegio de Veterinarios de Burgos: «Es un seguro solo para perros».

«El coste lo tienen que establecer las compañías de seguro, antes podía estar entre 25-40 euros, cuando era para perros potencialmente peligrosos quizás se encarecía un poco. A partir de ahí el propietario puede decidir elegir uno que cubra accidentes o asistencia veterinaria, lo que encarecerá el coste», matiza.

Lo que quieren dejar claro los veterinarios de Burgos es que es obligatorio para todos los perros y que los gatos no están incluidos en esta obligatoriedad. «Es obligatorio el seguro del coche, quizás sirva como ejemplo. Es obligatorio el seguro a tercer, a otras personas, a otros animales y a las cosas, porque el perro puede romper un tapizado, por ejemplo. Es un seguro que, aun no siendo obligatorio hasta ahora, mucha gente ya lo tenía», explica Fisac.

Las clínicas veterinarias son quienes están resolviendo las dudas de los clientes, pues desde el Colegio les han ido ofreciendo la información de la nueva normativa de manera puntual. «Antes de que lleguen las preguntas les enviamos toda la información que recibimos, tanto desde la asesoría jurídica como de los seminarios y cursos que se llevan a cabo. Y ellos matizan las cuestiones según cada tipo de dueño», indica el presidente.

Esta ley, que no afecta para nada a los veterinarios en el desarrollo de su actividad, es de «obligado cumplimiento», como recuerda una y otra vez Tomás Fisac. «Yo estoy a favor de tener un seguro, como lo tenemos de la vivienda, del coche… A mí me parece bien que los perros, como seres sintientes que son, que no son cosas, tengan su seguro, aunque a nosotros, como profesionales veterinarios, no nos afecte su obligatoriedad», finaliza el presidente.