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La Unión Europea impulsa cambios en el modelo de transporte de mercancías, buscando mayor sostenibilidad, descarbonizar el transporte por carretera y ampliar las 'autopistas ferroviarias'. Unos objetivos en los que está también implicado el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA). Y en juego ... hay líneas de financiación de iniciativas en estados comunitarios.
Y ahí quiere ser protagonista Burgos. La ciudad pretende convertirse en un punto de conexión entre el transporte por carretera y las autopistas ferroviarias. Es decir, que el paso de camiones a ferrocarril, a través de los sistemas de 'lorry rail', se realice en Burgos, teniendo en el punto de mira el mercado de la zona sur de España y el de Portugal, que ya tiene Burgos como parada obligatoria.
«Geográficamente estamos muy bien posicionados», explica el presidente de Promueve Burgos, Vicente Marañón. Burgos siempre ha sido un cruce de caminos. Pero, además, en la ciudad «se acaba el disco de los camioneros portugueses». Es decir, tienen que parar necesariamente aquí, una gran oportunidad para realizar es cambio de medio de transporte.
Marañón insiste en que «aspiramos a que las cabezas tractoras descarguen aquí y las mercancías se vayan en tren hacia Europa. Y al revés, que las mercancías que llegan por tren, vayan a Portugal en camión». El modelo es el de 'lorry rail', las cabezas tractoras se quedan en tierra y los remolques, cargados de mercancías, se conectan al sistema ferroviario.
Portugal maneja un importante comercio internacional, con países como Brasil, Angola, Guinea Bisau, Cabo Verde... Esa carga llega a Europa a través de España, y pasando por Burgos, recuerda el presidente de Promueve. Por ese motivo, el proyecto de la sociedad de promoción busca «ubicar Burgos en la agenda política y de inversión del Mitma y la Unión Europea».
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Es decir, que nos tengan en cuenta a la hora de diseñar los cambios en el mapa europeo logístico y decidan que Burgos puede ser un punto de conexión de 'lorry rail'. Y acceder a cuanto programa de ayudas se pueda lanzar para realizar esa conversión. Para ello también es necesario contar con el aval de las empresas del sector, con las que se mantienen contactos, apunta Vicente Marañón.
Sin embargo, este no es el único proyecto logístico en el que está embarcada la sociedad de promoción. Se sigue trabajando para crear una plataforma logística en la ciudad, esta vinculada exclusivamente al transporte por carretera, pues se ha detectado un incremento de la actividad logística, que está copando el Polígono Industrial de Villalonquéjar, que no es el más adecuado.
Vicente Marañón recuerda que Burgos no tiene mucho suelo industrial (de ahí la modificación del PGOU para incorporar 400 hectáreas en los entornos) y no se puede destinar a industrias logísticas, que además necesitan unos recursos determinados. Por ese motivo, esa idea de crear una plataforma logística, que con el impulso económico y político adecuado, estaría en marcha en cuatro años.
Promueve Burgos tiene intención de dejar cerrado el concepto de los proyectos Burgos Food Center y Burgos Automobile Center para cuando llegue mayo y hay un cambio de gobierno en el Ayuntamiento.
«Tendremos identificadas las fuentes de financiación en la Junta y en Europa», afirma Vicente Marañón, que está trabajando ya para saber «a qué puertas llamar en Bruselas» y entablando contactos con el Gobierno autonómico.
También, identificados partners, socios europeos, a ser posible de otros países, pues la UE suele financiar proyectos que impliquen a varios países en un concepto de cohesión territorial.
Y disponer del aval de las empresas del sector, que parecen interesadas en ambas iniciativas. Con todo ello quedarían armadas las bases del proyecto, y si se consiguen los apoyos económicos necesarios, se podría poner en marcha.
En Promueve Burgos están ahora buscando suelo que sirva para instalar esa plataforma. Tiene que estar conectada a las principales vías, y con accesos ya realizados porque «no podemos depender del Gobierno para que haga los accesos», apunta Marañón. Y se está en contacto con propietarios privados pues las opciones de terrenos públicos son limitadas.
Una vez definido el suelo, habría que definir la fórmula de explotación y gestión, que tiene que hacerse a través de una empresa, y tal vez con un modelo de sociedad participada, público-privada. «Lleva más tiempo la burocracia, encontrar los terrenos, definir el modelo de explotación y gestión, lanzarlo... que la construcción de la plataforma», asevera Marañón.
Es más, el presidente de Promueve Burgos afirma que «si en julio del año que viene sigue en Promueve, el proyecto estará en marcha cuatro años después». Este último año se dejará definido el proyecto, y ya quedará en manos del próximo equipo de Gobierno municipal. Marañón confía en que Promueve tenga la «suficiente solvencia» para impulsar proyectos por sí misma.
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