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Burgos no es tan grande como parece, ni dispone de tanto suelo industrial como pensaríamos. Tampoco cuenta con espacio destinado específicamente a logística, lo que le lleva a perder oportunidades que serán claves para el futuro económico de la ciudad. De ahí que el Ayuntamiento, ... junto con Promueve Burgos, haya fijado una estrategia de crecimiento industrial asentada en cuatro líneas de actuación, y que pivota sobre la base de la anticipación. «Con suelo industrial hay que hacer planificaciones a medio y largo plazo, entre 5 y 10 años vista», apunta Vicente Marañón.
Las dos primeras líneas se sustentan en el ámbito puramente industrial: la promoción del Polígono de Villalonquéjar, cuya venta de parcelas se ha visto frenada de nuevo por la crisis de la covid-19, y la búsqueda de suelo que sirva de alternativa para cuando la cuarta ampliación se agote. La otras dos líneas de trabajo abordan el sector de la logística, partiendo de la creación de una plataforma logística, que aproveche la buena ubicación geográfica de la ciudad y complemente al Centro de Transportes y la Aduana de Burgos.
Marañón explica que se han identificado dos problemas. Para empezar, Burgos tiene que garantizar la existencia de suelo industrial a largo plazo. Actualmente, todos los esfuerzos están centrados en Villalonquéjar y, «si ves la foto con el objetivo muy cerrado, hay mucho espacio libre», admite Marañón, pero realmente no hay suelo suficiente para garantizar el futuro crecimiento de la ciudad. Por ese motivo están revisando el PGOU y buscando ubicaciones para dotar de suelo industrial a la ciudad, como por ejemplo la zona de Villafría.
Allí el proyecto es amplio. «Queremos compactar la zona», explica el presidente de Promueve Burgos. En los entornos del aeropuerto queremos que se instalen empresas que tengan relación con la actividad de la infraestructura; luego está la ampliación de CETABSA y, cuando llegue, el Parque Tecnológico, así que plantear habilitar suelo industrial en Villafría encaja en la idea. Todavía no se ha concretado, pero Vicente Marañón insiste en que «Daniel Garabito (concejal de Fomento) está haciendo un trabajo callado para ir dotando de suelo a la ciudad».
El otro problema detectado es que la mayor parte del suelo industrial que se está vendiendo en Villalonquéjar IV lo están comprando empresas de logística y transportes. «Eso nos indica que la logística está subiendo, pero compra los suelos que hay cuando tendría que comprar suelo logístico», insiste Marañón. Sería un suelo mucho mejor ubicado para sus intereses y más adecuado a sus necesidades, pues el suelo industrial ofrece servicios que la logística no requiere, por lo que acaba siendo más caro. «No estamos siendo todo lo competitivos que deberíamos», apunta.
De ahí que, para que Burgos no pierda la oportunidad que le ofrece el sector logístico por su excelente ubicación, se pretende crear una plataforma logística de transporte exclusivo por carretera. «Están llegando a Burgos empresas con un modelo de negocio que necesita instalaciones para implantar sus estructuras estandarizadas. «Llegan a Burgos por su buena ubicación», pero necesitan un espacio específico, cerca de las grandes vías de comunicación y con sus servicios también específico.
Marañón recuerda que se ha contratado a la empresa MC Valnera, por 387.000 euros, para que diseñe una estrategia integral de desarrollo logístico en la ciudad. Y, de momento, «ya hemos identificado alguna zona del anillo de Burgos que sería ideal para la plataforma». Se trataría de que un gestor único se encargarse de su promoción, alquilando los espacios, y que contase con servicios como gasolinera, área de descanso, hotel, talleres... Ni en el Polígono de Villalonquéjar ni en CETABSA, que tiene vida propia y sus propios proyectos, tiene cabida esta plataforma logística, insiste el presidente de Promueve Burgos.
Para Vicente Marañón es fundamental que la ciudad tome sus propias decisiones al margen de los proyectos de otras administraciones. «La ubicación no nos la van a quitar» y hay que aprovecharla, siendo también independientes. «En el peor de los escenarios, que no tuviéramos financiación externa, tenemos que tener nuestra propia dinámica» y capacidad para «librarnos de los lastres de la región», pues no se puede depender constantemente de proyectos como el Parque Tecnológico, que acumula años de retrasos y ha condicionado el desarrollo de la ciudad, admite.
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