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El Ayuntamiento de Burgos contratará el proyecto de reforma y rehabilitación del bloque 26 del barrio de San Cristóbal en el segundo semestre del año. Ya está abierto el plazo para presentar los proyectos que, si bien deberán mantener las 20 viviendas que prevé el ... Consistorio, se puede reducir en alguna de ellas para favorecer la accesibilidad y los espacios del resto.
En la actualidad, cada una de las viviendas cuentan con tres dormitorios, sin embargo todas ellas sólo cuentan con un cuarto de baño y ni el tendedero ni el salón cumplen los requisitos establecidos en la normativa urbanística. La construcción de los edificios que conforman el Barrio de San Cristobal finalizó entre los años 1972 y 1973. El edificio 26 forma parte de un conjunto urbano unitario proyectado en el año 1968 por los arquitectos Martín Tárrega y Javier García Ormaechea.
Para subsanar estas deficiencias, va a ser necesario, según la memoria de la actuación «reducir el número de dormitorios que componen alguna de las viviendas, o bien, sacrificar una o varias viviendas, reduciendo su superficie y número de dormitorios para ampliar las demás manteniendo en éstas tres estancias dedicadas al descanso».
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La propuesta municipal apunta hacia esta línea para preservar las características y dimensiones de todas las viviendas para ser consideradas como accesibles para cualquier tipo de usuario. Esta configuración otorga a la formalización «una mayor flexibilidad a la hora de plantear posibles tipos de usuario durante la vida útil del edificio».
Las adaptaciones se van a llevar a cabo en los elementos comunes del edificio como el portal, como en la escalera y ascensor; los distribuidores de planta; cuartos de instalaciones y servicios y otrosios comunes que se propongan. Las veinte viviendas, 19 de ellas cuentan con una superficie construida de 76,91 metros cuadrados y otra más con 51,75.
En el apartado de las viviendas propiamente dichas, se va a actuar en las zonas de convivencia, como en el salón, comedor, cocina, terrazas u otros posibles usos adicionales; zona de descanso, como dormitorios y otros posibles usos adicionales y en la zona de servicio: baño, aseo, almacenaje y tendedero.
Según la memoria, la fachada no presenta ninguna patología. La solución de fachada que se proponga «deberá resultar acorde al contexto urbano en el que se inserta ya que se debe mantener la lectura del barrio como pieza urbana unitaria».
El perfil de usuarios de las viviendas será el de personas menores de 35 años, ya que, el destino de las viviendas será el de integrarse en el parque municipal de viviendas para otorgarse en régimen de alquiler a personas menores de 35 años. Sin embargo, dado que la dinámica demográfica y la demanda de la población es variable, «es probable que el perfil de usuario no sea estable en el tiempo. De ahí, la necesidad de que las viviendas puedan resultar adaptables a diferentes tipos de usuarios».
En la memoria se ha hincapié en que, tanto la accesibilidad como la flexibilidad, requieren de un incremento de la superficie construida del edificio. En el momento en el que se presenten las propuestas, se deben explorar las opciones que permita el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Burgos para ampliar la superficie del edificio, sin modificar la ley municipal.
En los proyectos constructivos del 26 de San Cristóbal se contemplan los nuevos usos domésticos como son los espacios dedicados al trabajo, al deporte o al ocio. «Por tanto, se valorará que las distribuciones propuestas integren espacios que permitan el desarrollo de este tipo de usos en las viviendas».
La integración de estos usos se puede plantear dentro de la zona de convivencia de las viviendas o en la zona de descanso, en función del carácter que los licitadores les asignen y de la distribución de las viviendas que propongan.
Esta actuación en San Cristóbal 26 no es la primera idea que ahora se pone en marcha. En 2017, el ya desaparecido grupo Imagina Burgos planteó una iniciativa similar que, sin embargo, no fue aceptada entonces.
El importe de la licitación asciende a 154.794,45 euros y el plazo de las empresas para recoger documentación termina el 28 de febrero. La prestación de redacción de proyecto y demás documentos anexos que deben acompañarlo tendrá una duración de 6 meses.
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