PSOE y Cs ratifican el pacto de gobierno en el Ayuntamiento de Burgos

Hoy, sin embargo, ambas formaciones han sellado un 'matrimonio' político que meses atrás se antojaba, cuanto menos, complicado, a la vista de la evolución de la situación política nacional y autonómica. Un 'matrimonio' que nace avalado por los acuerdos puntuales alcanzados ya entre ambas formaciones y tras varios meses de negociaciones.

Negociaciones que, por cierto, no han sido sencillas, tal y como han reconocido tanto Marañón como De la Rosa, encargados de estampar su firma en un acuerdo de gobierno que pretende dar «estabilidad» al Ayuntamiento capitalino. Pero es que, los «acuerdos entre diferentes» nunca son sencillos, aunque sí «necesarios», ha asegurado el alcalde.

En una comparecencia plagada de miradas cómplices, guiños y algún que otro dardo al resto de formaciones políticas, De la Rosa y Marañón han desgranado las intenciones con las que nace este gobierno de coalición. «Ofrecemos garantías y estabilidad al Ayuntamiento y la ciudad», con un gobierno formado por «16 concejales» de ambas formaciones, uno de los más amplios de las últimas legislaturas que, además, nace según el alcalde con unas bases sólidas.

«No se trata de intercambiar sillas. Se trata de un solo gobierno basado en la unidad, la confianza, la lealtad y la corresponsabilidad», que surge a raíz de un «acuerdo justo, equilibrado y equitativo» en función a los resultados obtenidos por ambas formaciones en las elecciones de 2019, ha asegurado De la Rosa. Esto es, que las competencias se reparten en función a la representatividad en el Salón de Plenos de los dos únicos partidos que mejoraron sus resultados en aquellos comicios.

En una línea muy similar se ha expresado Marañón, quien ha insistido en que su grupo tenía dos alternativas sobre la mesa. La opción «cobarde», pero «sencilla» pasaba por «quedarse agazapado en la oposición» en mitad de una crisis sanitaria y económica que va a ser «dura y duradera». Frente a ello, la opción «valiente» y a la vez «difícil» era entrar en el gobierno. Y esa, ha asegurado, ha sido la alternativa elegida por Ciudadanos después de que «dos irresponsables» -en referencia a los concejales de Vox- impidieran en junio del año pasado un gobierno estable en la ciudad. «No sé que sucederá en los próximos meses o años, pero estoy seguro de que en un futuro podré decir a mis hijos que Ciudadanos estuvo donde tenía que estar» después de que un hipotético pacto de centro-derecha fuera «imposible».

En todo caso, el acuerdo ratificado hoy rompe alguno de los axiomas cimentados en buena parte del territorio nacional desde el año pasado. No hace falta mirar muy lejos. Y es que, a apenas 150 metros de la Casa Consistorial, PP y Cs mantienen un acuerdo de gobierno en la Diputación de Burgos. Sin embargo, y a pesar de ir a contracorriente, el pacto del Ayuntamiento de Burgos nace avalado por las direcciones autonómicas y nacionales de ambos partidos. Así lo muestra, de hecho, la presencia en el Fórum Evolución del presidente de las Cortes de Castilla y León, Luis Fuentes o de la secretaria general del PSOE de Burgos, Esther Peña, entre otros.

Con todo, el acuerdo ha obtenido hoy carta de naturaleza. Y no sólo por la firma del documento que recoge las bases del pacto, sino por la publicación de tres decretos de Alcaldía mediante los que se reorganiza toda la estructura del gobierno. A partir de ahora, en la Junta de Gobierno Local estarán presentes De la Rosa, en calidad de presidente, y Marañón, como vocal secretario. También estarán los concejales socialistas Nuria Barrio, David Jurado, Sonia Rodríguez, Daniel Garabito, Blanca Carpintero y Leví Moreno, así como las concejalas de Cs Rosario Pérez Pardo y Rosa Niño.

Además, Marañón asumirá la coportavocía del equipo de Gobierno, compartida con la hasta ahora única portavoz, Nuria Barrio. La idea es que cada uno de ellos sea el referente en las áreas que asumirá cada uno de las formaciones. Unas delegaciones que se han repartido en cinco grandes áreas (Hacienda y Patrimonio; Servicios Sociales, Cultura y Deporte; Gobierno Abierto, Personal y Seguridad; Desarrollo Económico y Servicios Públicos; y Movilidad Sostenible, Vías Públicas, Fomento y Licencias).

A grandes rasgos, ese reparto implica que el PSOE seguirá controlando el ámbito de Hacienda y Patrimonio, con David Jurado a la cabeza, así como Servicios Sociales, con Sonia Rodríguez como figura de referencia. Nuria Barrio coordinará el área de Gobierno Abierto, mientras Blanca Carpintero mantendrá el control sobre el ámbito de Seguridad Ciudadana y Protección Civil.

Sí habrá cambios significativos en el área de Promoción, que estará dirigida por el propio Marañón, que a partir de ahora presidirá la sociedad municipal Promueve. Daniel Garabito mantendrá la coordinación sobre el área de Urbanismo y Fomento, pero la Concejalía de Movilidad pasa a manos de Julio Rodríguez-Vigil, así como la presidencia del Instituto Municipal de Cultura, que asumirá a partir de ahora Rosario Pérez.

Con esta nueva estructura, el nuevo gobierno de coalición pretende desarrollar varias actuaciones de carácter inmediato, pero con vistas al «futuro», según Marañón. En este sentido, tanto el portavoz de Ciudadanos como el alcalde han desgranado algunos proyectos ya sobre la mesa, como la «regeneración del barrio de Gamonal» o la «transformación de la plaza de España», para convertirla en un «espacio de encuentro y no de paso». También destacan las apuestas por el llamado 'Burgos Río', un proyecto «a largo plazo» que busca regenerar el cauce del río Arlanzón, y por la puesta en valor del Castillo.

En el ámbito económico, las principales propuestas se circunscriben al apoyo «deliberado» a la industria, el sector logístico o el emprendimiento, sin olvidarse de «los que peor lo están pasando» por la crisis sanitaria y de la «necesaria modernización» de la administración local, entre otros.