La Ordenanza de Movilidad no lleva ni un mes en vigor y, de hecho, algunos de sus artículos ni siquiera son de aplicación. Por ese motivo, Josué Temiño pide paciencia y tranquilidad a los burgaleses, pues se irá implantando de manera progresiva y previa labor ... informativa y didáctica. «Hay que adaptar la ciudad« a los cambios que introduce la normativa y, además, hacer una labor de concienciación social.
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Sin embargo, en Movilidad están dispuestos a revisar la Ordenanza de Movilidad si se detectan errores. «El equipo de Gobierno no es tan soberbio como para ver que algo está mal y no admitir que se ha equivocado«, afirma el concejal. Pero, ahora, no ha dado tiempo ni a testar la Ordenanza de Movilidad y, además, hay mucho desconocimiento sobre lo que supone la nueva normativa.
Temiño vuelve a recordar que, por lo que se refiere a bicicletas y patinetes, simplemente se ha recogido lo que dice el Código y el Reglamento de Circulación. Las bicicletas y los vehículos de movilidad personal no pueden ir por aceras ni zonas peatonales, sino que están obligados a circular por las calzadas. Era así antes de la ordenanza, aunque no se aplicase la normativa, y lo sigue siendo ahora.
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Por ese motivo, el Ayuntamiento ha apostado por el calmado de tráfico, reduciendo la velocidad en muchas calles a 30 km/h, si bien el concejal entiende a los ciclistas que tienen miedo de circular por las vías de 50 km/h. Otra de las medidas planteadas son las áreas de tráfico restringido, nueve en total, que se definen mediante un decreto de Alcaldía que se puede modificar.
Y en Movilidad están dispuestos a revisar esas áreas de tráfico restringido, pero una vez se testen. Actualmente no están en vigor dado que falta la señalización pero cuando empiecen a funcionar habrá que «darle tiempo» antes de valorar si son muchas o pocas, si están bien ubicadas o no. El colectivo ciclista afirma que, con esta medida, se genera un «tapón» en el centro histórico, pues las áreas son radiales y no permiten atravesar en bicicelta la zona centro.
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«Los cambios son difíciles de asumir en un principio», apunta Josué Temiño, pero al menos hay que dejar rodar la Ordenanza de Movilidad para poder valorarla. «Se apuesta por la convivencia» y, a medida que surjan, «se irá dando solución a los problemas». Pero se necesita un tiempo de adaptación, insiste el concejal tras la movilización que reunió a cientos de ciclistas este domingo en la Plaza Mayor para protestar por la Ordenanza de Movilidad.
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