Un mapa señalizará las deficiencias de la red ciclista para mejorar su mantenimiento

Ante la propuesta de Podemos, el concejal de Vías Públicas ha tendido la mano a los grupos de la oposición para consensuar el presupuesto destinado a este contrato. Y, además, ha explicado que las actuaciones se ampararán en una nueva herramienta, porque se diseñará un mapa que recoja las deficiencias de la red ciclista y, a partir ahí, intervenir.

«Ha llegado el momento de tener una partida específica», ha apuntado Balbás, considerando la intervención como «prioritaria». Eso sí, el concejal ha defendido la apuesta del equipo de Gobierno por la movilidad sostenible y el uso de la bicicleta. Y ha anunciado que habrá, además de los carriles bici ya comprometidos, nuevas ampliaciones de la red ciclista.

Se trata de nuevas vías en Fuentecillas, aunque serán aceras-bici, según denuncia Andando Burgos. Los vecinos habían pedido una continuidad al carril bici del Parque de la Isla y, en principio, se van a realizar dos nuevos tramos; uno, para conectar el puente Malatos con la glorieta de San Amaro y, otro, para unir el carril bici de la Barriada San Juan Bautista con el puente de la Universidad.

La asociación vuelve a mostrar su «rechazo» por lo que consideran una decisión «errónea» desde el punto de vista técnico y «nefasta» para la peatonalidad. En nota de prensa, Andando Burgos recuerda que el Ayuntamiento ya la ha «liado» en Doctor Fleming, Camino Casa la Vega, Avenida de la Paz o Gran Teatro. Y, en lugar de enmendarlo, repiten modelo.

«Es un modelo obsoleto y desatinado», recuerdan, aunque reconocen que es la más barata para intentar paliar una red «insuficiente e incoherente». Además, el colectivo lamenta que en Burgos hay una presencia «excesiva» de aceras-bici. En concreto, más de la cuarta parte de la red ciclista son aceras-bici, cuando debería ser una opción «excepcional y anecdótica».

Andando Burgos defiende la necesidad de ampliar la red ciclista en Burgos pero insiste en que no puede ser «a costa del espacio peatonal, sino a costa de la calzada». Las aceras-bici suponen pérdida de espacio para peatones, pero sobre todo que haya una interpretación «inadecauda» del espacio público, «normalizando» que las bicis vayan por las aceras.