Burgos reserva 800.000 euros para ayudas de urgencia social en 2022

La concejala de Servicios Sociales, Sonia Rodríguez, recuerda que las ayudas de urgencia social son ayudas «extraordinarias, para momentos puntuales». Su espíritu es ayudar a las familias en un momento de especial dificultad, aunque es verdad que hay problemáticas que se cronifican. De ahí que Rodríguez reconozca que debería existir una renta básica que permitiera a todas las personas vivir dignamente.

Mientras, el Ayuntamiento presta su ayuda en lo que puede. Así, hasta el mes de noviembre se repartieron 574 ayudas de urgencia social, lo que supone alrededor de 575.000 euros. Falta cerrar diciembre pero Rodríguez calcula que, en total, durante todo el 2021 se destinarán unos 600.000 euros, ya en cifras similares a prepandemia. Por ejemplo, en 2019 fueron 573.000 euros.

Nada que ver con los 1.062.000 euros del año 2020, cuando la partida reservada para ayudas de urgencia social tuvo que incrementarse para hacer frente a la gran demanda ciudadana. El confinamiento, los ERTE, el retraso en los pagos y la incertidumbre hicieron que muchas familias burgalesas, que nunca antes habían tenido que pedir ayuda, recurriera a los servicios sociales.

Ahora, «la situación de las familias se ha normalizado», explica la concejala, pues muchas de esas familias ya no han tenido que acudir a las ayudas sociales. De hecho, es nota en la estadística. Durante el primer semestre del año se mantenía una elevada demanda, con más de 100 ayudas concedidas por mes. A partir del verano ha caído, casi bajando a la mitad, lo que refuerza esa mejoría.

Eso sí, problemas sigue habiendo, de ahí que en el presupuesto de 2022 se haya reservado una partida de 800.000 euros. «Queremos tener un margen aunque la situación económica ha mejorado por cuestiones como el incremento de los costes energéticos». También se esperan cambios con la nueva ley de la vivienda, así que los Servicios Sociales municipales prefieren estar preparados pues tener que suplementar la partida a mitad de año es mucho más complejo.

Las ayudas de urgencia social se destinan, principalmente, a cubrir necesidades básicas y subsistencia (en concreto, alimentación). Este concepto absorbe la mayor parte de las ayudas concecidas (479 y 280.000 euros). También van muchas a tema de vivienda, tanto gastos generales (energéticos) como alquiler (cada vez más) e hipotecta (cada vez menos), explica Sonia Rodríguez.

Igualmente, el servicio cubre en casos determinados los alojamientos alternativos y, luego, hay ayudas para gastos muy específicos y puntuales como pueden ser dentista, gafas o gastos médicos extraordinarios. La concejala recuerda que, en todos los casos, los trabajadores sociales de los CEAS se encargan de analizar la petición, supervisar la ayuda (que se debe de justificar) y trabajar con las familias cuando hay un problema cronificado.