Las barracas se van a Villatoro

Así lo ha confirmado el alcalde, Daniel de la Rosa, a una representación del barrio en una reunión mantenida este lunes 14 de marzo. El pasado viernes los vecinos de Villatoro salieron a la calle a protestar tras conocer que el Ayuntamiento se planteaba esta ubicación como destino final de las barracas. Tras descartarse el barrio de Fuentecillas, donde los vecinos también protestaron, Villatoro fue la siguiente opción.

Esa protesta en las calles con pancartas, cacerolas y corte de tráfico incluido a la altura de la rotonda del dinosaurio, en la calle Laredo, parece no haber sido escuchada en el Ayuntamiento. «La decisión de que la feria se instalaría aquí la tenían tomada antes de la reunión. No nos han dado ni han escuchado ninguna alternativa. Porque se había hablado de alejarlas del barrio, pero no se ha optado por ninguna alternativa», confirma Sergio Simón, presidente del Consejo de Barrio de Villatoro.

Simón dejó claro el viernes, en esta protesta, que los vecinos se abrían a otra ubicación un poco más lejos de las primeras casas del barrio. Que estaban preocupados por el aumento del tráfico rodado al cerrar la calle Laredo, alternativa de paso para los vehículos. Pero señala el presidente del Consejo de Barrio que no han dejado opción para alternativas.

En la reunión mantenida en el Ayuntamiento han estado presentes el alcalde con varios concejales y el vicealcalde, Vicente Marañón, además de muchos técnicos municipales. En esta reunión, además, les han confirmado a los vecinos que las barracas estarán ahí, «tres años», confirma Simón. «Pero esto no es fiable. Tenemos el ejemplo del polígono docente. Además, si no siguen gobernando ellos ¿quién nos garantiza que se vayan a mover o que se siga con el recinto ferial donde se planea?», reflexionaba el presidente del Consejo de Barrio.

Lamentan en Villatoro que no se les tiene en cuenta. Los vecinos reconocen que se sienten «ninguneados». «No han sido previsores. En tres meses se han barajado hasta cinco ubicaciones. Sin estudio, sin organización. Han tomado las decisiones sobre la marcha. Ahora, nos plantean que si no se instalan aquí, no hay barracas, para que nosotros, los vecinos de Villatoro, quedemos como los malos», lamenta Simón.

Los vecinos han salido de la reunión con la sensación de que todo esta «improvisado». Simón pone un ejemplo. Ante la preocupación de los vecinos por al aumento del tráfico rodado por el barrio, la Policía Local les ha propuesto un control en acceso al barrio que hay pasado el centro comercial Mirador a la derecha y también antes de la gasolinera, «pero no tienen muy claro cómo lo van a hacer».

Tampoco tenían muy definido el servicio de buses lanzadera, «nos han hablado de colocar una parada en la rotonda del dinosaurio. Lo que no tiene sentido por la vuelta que daría el autobús y teniendo una parada a la altura del Bricomart», señalaba.

Igualmente, Simón explica que el alcalde se ha comprometido a controlar «ruidos y basuras, que no haya botellones y controlar el acceso al tráfico». Pero los vecinos han acogido estas promesas con escepticismo. No entienden cómo van a prohibir a nadie circular por el barrio. Tampoco se fían de las promesas tras años de incumplimientos.

Villatoro lleva años reclamando aceras que comuniquen el barrio con el resto de la ciudad, algo de lo que carecen. Al igual que un carril bici. También exigen mejoras en los parques infantiles y, por supuesto, el más grave y acuciante de todos los problema: solucionar el problema de las filtraciones de aguas subterráneas que vienen sufriendo los vecinos del barrio de Villatoro durante casi veinte años. Lo que ha ocasionado importantes daños en viviendas y edificios, con grietas y hundimientos del terreno.

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