El Ayuntamiento reforzará la vigilancia en las zonas con más presencia de escombreras ilegales

Por un lado, puede deberse al desconocimiento de los servicios que ofrece el Ayuntamiento para la recogida de residuos. Por otro, a la desidia de la gente a cumplir con la normativa de residuos y a la reticencia a pagar por el depósito de ciertos materiales.

Por último, Niño apunta al cierre de los puntos limpios industriales como otro motivo. El Ayuntamiento estaba obligado a cerrarlos, no se podía hacer cargo de ese tipo de residuos. Carlos Niño señala que, personas que arrojaban ahí residuos que no llevaban a los contenedores adecuados han optado por arrojarlo a la naturaleza, a las afueras de la ciudad.

Por ello, el Ayuntamiento está muy vigilante ante la proliferación de escombreras y vertederos ilegales y agradece a los vecinos que se les comunique los puntos donde se encuentran estas.

Aquí, el Consistorio se enfrenta a una disyuntiva, como reconoce Niño, «está comprobado que retiramos los residuos, eliminamos escombreras y al tiempo vuelven a aparecer. Parece que la gente se desentiende, lo arroja ahí, porque sabe que en un tiempo el Ayuntamiento lo recogerá», reconoce frustrado el edil. La administración tampoco tiene capacidad para asumir estos comportamientos incívicos que son una infracción de la ley.

Niño explica que se ha optado por aumentar la presencia de la Policía Local y el Seprona en estos puntos. «Suponíamos que, al quitar los puntos limpios industriales y pasar al sistema puerta a puerta en los polígonos, iba a aumentar el vertido ilegal en escombreras, por ello, hemos reforzado la vigilancia en los puntos habituales de vertidos», añade el concejal de Medio Ambiente.

El problema es que estos actos se cometen de noche, de forma discreta y es muy difícil que alguien vea al infractor y se le pueda pillar in fraganti. «Por eso agradecemos a los vecinos que nos comunican las zonas de escombreras habituales para reforzar la vigilancia», apunta Niño.

Villatoro, el camino de San Zoles o el vertedero cercano al poblado de El Encuentro son los últimos puntos que han molestado a los vecinos de la ciudad. Aunque el Ayuntamiento es consciente de esta situación, también advierte de que es una situación que «no se puede arreglar de un día para otro». En parte, porque tampoco depende del Consistorio, la voluntad de la gente es importante.

Niño achaca muchos de estos comportamientos al desconocimiento por parte de la ciudadanía de los servicios que ofrece el Ayuntamiento en materia de recogida de residuos.

Por un lado, está la recogida de voluminosos, muebles y enseres del ámbito doméstico, también electrodomésticos. La recogida se realiza cinco veces por semana en horario nocturno y hay que solicitar cita previa. Pero se acude al domicilio a por ello o el servicio pide al ciudadano que lo deje en un punto y esa noche pasa a por ello.

También existe un servicio puerta a puerta de restos de poda y jardinería y, en algunos barrios, se instala un contenedor algunos días para arrojar estos residuos. «En una de las dos escombreras de Villatoro hay restos de poda y jardinería. Ponemos en el barrio un contenedor dos días a la semana, podrían llevarlo allí. Este contenedor se pone solo dos días a la semana porque si se dejaba fijo, se usaba para arrojar escombros o otros residuos no vegetales», matiza Niño.

Además, Burgos cuenta con dos puntos limpios, el Norte en el barrio de Vista Alegre, y el Sur, en el barrio de San Pedro y San Felices.

Pero el concejal de Medio Ambiente apunta que muchos de estos vertidos y escombros proceden de obras sin licencia, personas que hacen obra en casa y no tienen permiso o los propios profesionales. «Si es una pequeña cantidad, se puede llevar al punto limpio, pero si es constante, ya no se permite», explica.

«Estas personas aprovechaban antes los puntos limpios industriales para arrojar estos materiales, pero el Ayuntamiento se estaba haciendo cargo así de unos residuos que no debía gestionar», explica Niño.

«La Junta de Castilla y León nos había advertido varias veces de que no podíamos recoger esos residuos industriales, solo podemos gestionar los que son similares a residuos urbanos. Han tenido paciencia con el cambio. Pero tenía que llegar, a finales de 2023 tenía que estar funcionando la recogida puerta a puerta en las industrias y los puntos limpios industriales han quedado eliminados», apunta el concejal.

Las empresas deben tener su propio gestor de residuos y las empresas pequeñas pueden optar por agruparse para contar con un gestor de residuos para varias. «Hay que darse cuenta de la normativa, hay que cumplirla. Los residuos tienen un coste ambiental y también cuesta dinero su gestión. La normativa cada vez es más exigente y hay que pagar por ello. Es el coste», puntualiza Carlos Niño.