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El Ayuntamiento de Burgos ha dado ya luz verde al expediente de anulación del contrato para la urbanización del sector S-9, ubicado entre Capiscol y La Ventilla, una actuación que 20 años después de ser impulsada no se ha desarrollado lo más mínimo. Y todo hace indicar que el tema aún va para largo.
Así lo ha reconocido el propio concejal de Urbanismo, Juan Manuel Manso, que ha dado cuenta de la decisión de anular el contrato firmado en su día con la UTE La Ventilla Oeste, formada por la cooperativa Luis Labín, Hormigones Sierra y Construcciones Jacinto Lázaro. Una decisión motivada, según ha explicado Manso, por un «incumplimiento» total del contrato. No en vano, en pleno 2024 no se ha movido ni una sola piedra en el entorno.
El problema, ha explicado, es que la UTE ha alegado en contra de esa decisión, argumentando que tiempo atrás desarrolló algunos trabajos. Unas alegaciones que han sido totalmente desestimadas por el Ayuntamiento antes de remitir el expediente al Consejo Consultivo de Castilla y León.
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Será este organismo el que dé luz verde definitiva a la rescisión del contrato. Al menos de manera formal, ya que la empresa aún tendrá opción de acudir a los tribunales para reclamar lo que considere oportuno, una opción que parece ganar enteros, a juicio de Manso.
«Esto va para largo», ha reconocido al tiempo que valoraba la decisión del Ayuntamiento, que ha cogido el toro por los cuernos para intentar arreglar un «guirigay» que se arrastra desde hace dos décadas.
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