El alcalde descarta mantener las barracas en el Vena pero se abre a valorar alternativas a Fuentecillas

Al menos mientras no se encuentre una alternativa que cumpla con todos los requisitos que exige una feria de atracciones. Tiene que ser una localización con espacio suficiente para las barracas, con buena accesibilidad y comunicaciones, que cumpla con todas las medidas de seguridad, que esté urbanizada y cuente con los suministros mínimos. Y, de todo lo analizado, solo lo cumple Fuentecillas.

De todos modos, De la Rosa ha insistido en que «está dispuesto a valorar otras opciones», bien que le presenten los grupos de la opoción bien los propios vecinos, y «si encontramos otra zona mejor, no se descarta la posibilidad de trasladarlas allí». Pero para eso tienen que darle el visto bueno los técnicos municipales, que ya están empezando a evacuar los informes sobre el traslado a Fuentecillas.

Según indica el regidor, han llegado ya los informes de prevención de emergencias y urbanismo, aunque reconoce que todavía no ha podido verlos. De ser así, serían los primeros en incorporarse a un expediente que, según la oposición, el lunes solo contaba con la orden del alcalde de apertura. Ni un documento más, pues la decisión se ha tomado en base a informes «preliminares» de los técnicos, pero no por escrito.

Daniel de la Rosa llevará toda la documentación de la que disponga a la reunión que se mantendrá en la iglesia de Fuentecillas el próximo lunes, 28 de febrero, por la tarde. Allí explicará a los vecinos por qué se ha tomado la decisión. Reconoce que hay «pocos sitios», pues se han rechazado otras ubicaciones por criterios técnicos o de seguridad, y que el objetivo último es «encontrar la ubicación menos mala posible».

La «ideal» no existirá hasta que no se cuente con un recinto ferial, ha admitido. Y en ello siguen trabajando en el Ayuntamiento, aunque necesitarán al menos dos años para completar el proyecto. El alcalde insiste en los terrenos de la CLH, que son municipales y están descontaminados; que cuentan con espacio suficiente, suministros, conexiones, comunicaciones y está en el casco urbano.

Sin embargo, tienen que negociar con la Universidad de Burgos, que tiene cedidos los terrenos aunque, según el regidor, no hay previsión de desarrollo de proyectos en 15 o 20 años. La tarea municipal es convencer a la UBU de que existen alternativas de desarrollo fuera de esos terrenos, que son «una buena ubicación» para el recinto ferial, insiste Daniel de la Rosa.