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J. Castillo
Viernes, 2 de agosto 2024, 19:08
El verano es temporada alta para los ladrones. Durante los meses de julio y agosto, los robos en domicilios particulares crecen nada menos que un 4,5% respecto a la media mensual del año, según el último estudio del observatorio AsiturFocus. Sus dueños se van de vacaciones y las casas se quedan vacías durante semanas.
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J. Castillo
Pero hay maneras de evitar visitas indeseadas, además de contratar un alarma o no dar pistas de nuestro paradero en redes sociales. Es verdad que podemos pedir a un amigo que se pase por nuestro piso de vez en cuando para que encienda y apague las luces, suba y baje las persianas... Sin embargo, no siempre tenemos a alguien a mano. En este caso, hay un amplio repertorio de aparatos inteligentes para ponérselo difícil a los cacos...
La forma más eficaz para comprobar que todo anda bien por casa cuando estamos lejos es hacernos con una cámara de vigilancia inteligente. Las hay desde unas pocas decenas de euros y nos permiten echar un vistazo al recibidor, el salón o cualquier otra estancia mediante una aplicación para el móvil. Los expertos recomiendan las de visión de 360 grados (podemos rotarlas manualmente) e infrarrojas, para detectar cualquier movimiento sospechoso incluso en plena oscuridad. Conviene también que cuenten con micrófono y altavoz, de forma que podamos disuadir al ladrón de viva voz.
Otras características de agradecer son un puerto para tarjetas microSD (donde almacenar las grabaciones de forma continua) y el suministro opcional a batería, por si se produce un apagón. Si alguien entra en nuestro hogar, recibiremos una alerta en el 'smartphone' enseguida y podremos tomar medidas lo antes posible). Además, la mayoría de cámaras distinguen ya entre personas y mascotas, lo que evita llevarnos malos ratos por culpa de detecciones erróneas.
Sorprende saber que la mayoría de incursiones en casa ajena se producen a través de puertas y ventanas mal cerradas. Y eso tiene solución fácil: poner un sensor de apertura. Estos discretos dispositivos tienen dos partes que se colocan en los marcos interiores de las mismas de forma que ambas permanezcan en contacto. Si en algún momento no es así, recibiremos una notificación en el móvil avisándonos de que la ventana del salón o la puerta de la entrada se han abierto, lo que podremos confirmar consultando la app de la cámara de vigilancia previamente instalada.
Tan importante como saber si alguien ha entrado en casa es disuadir a los ladrones. La mayoría evitan aquellos domicilios en los que se intuye vida cotidiana, y esta se puede simular gracias a la domótica. Y no es tan caro. Por ejemplo, el precio de las bombillas inteligentes ha alcanzado mínimos históricos por lo que es buena idea reemplazar las tradicionales por estas en sitios como el salón o la cocina. O incluso el dormitorio. Así, podremos encender o apagar cualquier luz de casa desde la tumbona de la playa; incluso programarlas para que lo hagan automáticamente cada día a las mismas horas.
Algunos televisores inteligentes y equipos de sonido también son compatibles con funciones del hogar conectado: podemos encenderlos, apagarlos, cambiar de canal o regular el volumen desde el móvil. Y por último, tenemos las persianas y los estores automáticos. Son la opción más cara, pero cumplen muy bien su cometido: se pueden subir o bajar con el 'smartphone' en cualquier momento y lugar.
Ya con el hogar perfectamente equipado y dando por hecho que contamos con un altavoz inteligente, tenemos una opción la mar de interesante: configurar rutinas. A través de la app del asistente por voz podemos hacer que los dispositivos conectados interactúen entre sí, lo que nos permite configurar nuestro propio sistema de alarma sin costosas cuotas mensuales.
Uno de los ejemplos más usuales es que Alexa, Siri, el asistente de Google y compañía emitan un sonido a máximo volumen cuando la cámara de casa detecte a un intruso o salte alguno de los sensores instalados en puertas o ventanas, mientras enciende todas las bombillas de casa en color rojo y a máxima intensidad. Incluso podemos pedirle que repita un mensaje de advertencia, como que la Policía está de camino al domicilio.
A todos nos ha ocurrido: salimos de casa rumbo a nuestro destino vacacional y de repente no recordamos si hemos echado la llave, cerrado correctamente ese grifo que gotea o apagado la caldera. Nada mejor entonces que instalar detectores de humo y fugas de agua para respirar tranquilos con solo mirar el móvil; también son recomendables las cerraduras inteligentes (invisibles por fuera), que echan el cerrojo automáticamente si lo olvidamos y permiten abrir la puerta en remoto a conocidos o familiares, por si deben acudir urgentemente y no tienen llave.
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