¿Por qué la bola de golf tiene hoyuelos?

Aunque las primeras que se fabricaron era lisas, se observó que su alcance era mayor cuando se deterioraban

Manuel j. tello

Domingo, 12 de julio 2020, 00:10

En relación con el golf, una de las preguntas más frecuentes entre los jugadores es: ¿cuántos hoyuelos debe o puede tener una bola de golf? Pero hay otra pregunta previa: ¿son necesarios los hoyuelos? Las primera bolas de golf eran de cuero, rellenas con plumas ... y con pocas puntadas en el exterior. Eran lisas y poco esféricas y alcanzaban una distancia de entre 140 y 160 metros. Cuando llovía, se rompían fácilmente. En 1845, aparecieron las fabricadas con resinas naturales, llamadas de gutapercha. Sorprendía que, con una superficie más lisa y mayor esfericidad, su alcance era menor. Estas bolas sufrían un deterioro durante el juego, apareciendo en su superficie muescas. La sorpresa llegó cuando se vio que el alcance con bolas deterioradas era mayor que con las nuevas, por lo que se les empezaron a hacer muescas en la superficie a propósito. Así hasta los años 60. Entonces, se patentó una resina sintética y se comenzaron a fabricar la bolas con hoyuelos tal y como las conocemos hoy. Pero, ¿cuántos hoyuelos se necesitan y cómo deben distribuirse?

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Cuando una bola lisa se mueve a través del aire a velocidades bajas, el aire fluye suavemente alrededor de ella de delante hacia atrás. Ese flujo se denomina laminar. En condiciones ideales, la presión delante y detrás de la bola es la misma, por lo que no hay una fuerza de arrastre que se oponga al movimiento. Sin embargo, en el mundo real, el aire que fluye sobre la superficie de la bola se ralentiza. Esto hace que se separe de su superficie antes de completar el cuarto de circunferencia trasero. Así, se forma una estela y la presión trasera es más pequeña que la frontal. Esta diferencia de presiones hace que aparezca la fuerza de arrastre, que se opone al movimiento y aumenta con la velocidad de la bola. Sin embargo, a una determinada velocidad, ese flujo laminar se vuelve turbulento y la fuerza de arrastre disminuye. El efecto de los hoyuelos es que la aparición del flujo turbulento y la disminución de la fuerza de arrastre ocurren a menor velocidad y, por consiguiente, se incrementa el alcance. Además, si la bola gira, se produce el efecto Magnus, que genera una fuerza hacia arriba. Esto aumenta notablemente con los hoyuelos y, de nuevo, contribuye a incrementar el alcance.

Para hacernos una idea de cómo llenar la superficie de la esfera uniformemente de hoyuelos, tomamos los sólidos platónicos y colocamos un hoyuelo en cada vértice. Variaciones sobre este tema han permitido, por ejemplo, construir las famosas Cúpulas geodésicas de Buckminster Fuller y también las localizaciones simétricas de los hoyuelos sobre una bola de golf. El recubrimiento altamente simétrico solo es posible para algunos números de hoyuelos. Las bolas actuales suelen tener entre 250 y 450. Su forma y profundidad también es importante, ya que influyen tanto en la fuerza de arrastre como en el efecto Magnus.

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