Posadas defiende la rentabilidad de la remolacha a pesar de la baja riqueza

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Las lluvias complican la campaña remolachera, en la que se constata la bajada de riqueza

Silvia G. Rojo

El alto ejecutivo comentó también que el problema de polarización de esta campaña no tiene una sola causa sino que «es multifactor», dijo, para concretar que la climatología de septiembre, octubre, y parte de noviembre «ha afectado mucho al cultivo», a lo que se sumó que enfermedad fúngica de la hoja de la remolacha provocada por la cercospora, que «se ha controlado muy mal con los fitosanitarios».

En cuanto a la petición de UPA de abonar la remolacha esta campaña haciendo una media de riqueza de los tres últimos años, manifestó que «no es posible hacerlo como lo plantean». El dirigente cooperativo aseveró que la organización no les consultó esta medida y recalcó que desde Acor pagan «por calidad» y «este año los remolacheros con esa baja riqueza, cobraremos menos, pero los que la tienen normal cobrarán en función de eso».

Larga campaña

El presidente de Acor también recordó que tuvieron que dejar de molturar en la planta de Olmedo desde el pasado 16 de enero, por la adversa climatología, con incesantes lluvias, y todavía no tienen una fecha para el arranque, porque no saben «cómo va a seguir el tiempo». «Las previsiones de arranque vienen dadas por la meteorología», dijo, para resaltar que «ni es el primer año que paran ni será el último».

Jesús Posadas precisó que todavía tienen en las tierras el 25 por ciento de la remolacha que prevén molturar este año, lo que supone que faltan por entregar en la industria unas 250.000 toneladas, por lo que «tenemos bastante campaña por delante», concluyó.