Las lluvias complican la campaña remolachera, en la que se constata la bajada de riqueza

«Ha habido parcelas de textura muy complicada que no se pudieron arrancar al principio y han quedado para el final, lo pasamos muy mal al inicio de la campaña hasta el punto de que pudimos quedarnos sin abastecimiento por lo que se bajó el ritmo de molturación y se va con un poco más de retraso porque ha seguido lloviendo, está siendo un año nada fácil», reconoce.

Salomé Santos, directora del Área Agrícola de Azucarera, hace esa misma valoración, «la campaña va más despacio por las lluvias, es lo que nos toca».

En este caso, la fábrica de Miranda de Ebro ya ha cerrado y la duda es si Toro lo hará en próximas fechas, «todo depende de las lluvias, de si podemos aguantar, o lo que queda de Toro lo llevamos a La Bañeza y asumimos nosotros el coste logístico».

Lo que han observado en Miranda y que se puede hacer extensible a Toro, es que «la sanidad foliar es buena, nada relevante, y eso ya es un éxito por la incertidumbre que suponía la retirada de las semillas con neonicotinoides». Por el contrario, preocupa la polarización (concentración de sacarosa en la raíz) «inusualmente baja».

La multinacional sigue analizando las causas de esta situación pero a día de hoy, la posibilidad más robusta es la meteorología. «Se dieron temperaturas inusualmente altas por la noche en septiembre, octubre y primeros de noviembre» indica Santos, esto se ha traducido en un cambio en la fisiología de la planta, «tenía más hojas en noviembre de lo habitual, tenía la sensación de verano, y en vez de acumular azúcar en la raíz ha echado hojas en detrimento de ese azúcar».

La producción en kilos entra dentro de lo habitual, «aunque no llega a compensar esa bajada de la riqueza», en un año en el que Azucarera tiene contratadas 17.100 hectáreas en la zona norte, un 75% más que el año anterior, y que confían en seguir superando.

Los motivos

Desde Acor insisten en esta misma circunstancia, «los valores de polarización son bajos, por debajo de 16 grados debido a múltiples factores en los que estamos trabajando en toda Europa para profundizar en los motivos», dice Olivar. Su opinión es que en esa caída de la riqueza han podido influir la cercospora, la meteorología y las semillas sin neonicotinoides, «es un conjunto, algo multifactorial».

En cuanto a las toneladas, habla de «buenos» rendimientos y sobre la finalización de la campaña adelanta que «dependerá de la lluvia, vamos día a día, estamos en constante comunicación entre la parte agronómica y la industrial para poder sincronizaron, donde más hectáreas nos quedan es en León».

La última fábrica en abrir en la región es la de La Bañeza, una apertura que se producirá «en cuanto veamos una oportunidad meteorológica y tengamos un volumen mínimo, si podemos la primera semana de febrero así se hará», concluye Santos.