Las organizaciones agrarias acusan a la Junta de inacción y retraso ante la sequía

El consejero garantizó que se aumentará el apoyo a los seguros agrarios y se aprobarán préstamos bonificados a bajo tipo de interés, con un año de carencia, que empezarán a negociarse con las principales entidades financieras la próxima semana.

La valoración económica de estas propuestas, así como la petición de declaración de la campaña como excepcional debido a los efectos producidos por los fenómenos climatológicos adversos, se abordará en un Consejo de Gobierno. El Consejo Agrario decidió trasladar una queja al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación por el criterio discriminatorio no justificado a los ganaderos de Castilla y León ante la declaración de «afección media» por la sequía en lugar de «afección alta».

Por su parte, Asaja criticó que el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Gerardo Dueñas, se presentase este jueves al Consejo Agrario, el máximo órgano de representación del campo de Castilla y León, «con las manos vacías y una retahíla de promesas inconcretas, cuando el sector atraviesa una situación de alerta máxima por sequía».

Asaja lamenta que el consejero no concretase qué dinero pondrá su departamento para ayudar a los agricultores y ganaderos de Castilla y León.

El presidente de la organización agraria, Donaciano Dujo, calificó de «decepcionante que todo lo que estén dispuestos a ofrecer al sector sean vagos compromisos de que lo van a estudiar o de que complementarán lo que dé el Ministerio, sin concretar qué cuantía global reservan para ello. En resumen, nada en absoluto».

Asaja recuerda a la Junta que el Consejo Agrario no es el «foro de tertulianos en el que lo quiere convertir la Consejería, sino el órgano democrático y representativo legítimo de los agricultores y ganaderos, al que hay que ir con los deberes preparados». «Nos parece una falta de respeto que al final la sequía y la ruina de los agricultores y ganaderos se convierta en un combustible electoral por unos y otros», subrayó Dujo, quien lamenta que «Castilla y León esté siendo penalizada tanto por el Ministerio, al relegarla a un peor tratamiento que otras comunidades, como por la Junta, que por ahora solo tiene buenas palabras, pero ninguna acción».

Asaja calcula que las pérdidas por sequía en Castilla y León superarán los 2.000 millones de euros, dado que pronostica una cosecha por debajo de tres millones de toneladas, «tan catastrófica como la de 2017. Por ello, la organización agraria pide que entre todas las administraciones aporten ayudas por valor de mil millones, para repartidas entre los 40.000 profesionales de la comunidad –25.000 euros por explotación–.

Además de ayudas directas, Asaja aboga por un seguimiento continuo de las necesidades específicas de cada sector, comenzando por el ganado de extensivo, que ya tiene dificultades para contar con paja o abastecerse de agua, y siguiendo por el resto de producciones.

La Alianza UPA-COAG acusó a la Consejería de llegar tarde a la hora de poner en marcha ayudas contra la sequía, a pesar de que el campo se enfrenta a la situación más dramática de los últimos años. El secretario general de UPA, Aurelio González, además de advertir que la situación actual del campo es mucho peor que la provocada por la sequía de 2017, ya que entonces al menos se pudo traer forraje de otras zonas del país, y también de la de 1992, afirmó que, de momento, solo una pequeña parte de la zona norte de la comunidad se está librando de los efectos de la falta de lluvias.

González también explicó que hasta dentro de quince días, la Consejería de Agricultura no dará a conocer el presupuesto y las medidas que pondrá en marcha. En este sentido, indicó que desde la Junta se ha argumentado que se está esperando a conocer las ayudas del Gobierno para plasmar y acompasar a las mismas las de la Consejería de Agricultura.