Tres burgaleses atrapados en Marruecos por la Ómicron: «Lo peor es no recibir información»

Ellos regresaban a España el jueves 2 de diciembre. Ese día salía su vuelo, pero este lunes 29 de noviembre Iberia canceló el viaje. Sin explicaciones, sin soluciones. Desde ese momento se han comenzado a movilizar para encontrar a otros españoles en su situación, para contactar con la embajada, el consulado y la aerolínea. Pero confirman que «no recibimos noticias de ningún sitio. En la web del Ministerio de Exteriores no aparece nada. No desaconsejan el viaje tampoco. Solo aparece que el 29 de noviembre a las 23.59 horas Marruecos no permite entrar. No dice nada de salida. Es un caos. En el grupo de españoles que hemos formado están todos igual», confirma Patricia.

Andrea, Patricia y Manuel reconocen que tienen «mucha suerte de estar los tres juntos». Aún así, se enteran de las novedades por lo que les envía su familia y amigos. «Aquí solo tenemos datos móviles en el hotel y no podemos llamar. En la embajada y en el consulado no nos dicen nada. Solo que nos pongamos en contacto con la aerolínea y esta no nos aclara absolutamente nada», añaden.

Saben que desde este martes hay españoles que están buscando vuelos de Marrakech a Casablanca, pero luego les cancelan los vuelos. La última información que Andrea transmitió es que ellos también estaban buscando cómo ir a Casablanca, «nos acaban de decir que están llamando por nosotros desde España a Iberia y que ya estamos en la lista de expatriados para volver».

En la tarde del martes, Iberia anunció que, en colaboración con la Embajada de España en Marruecos, operará vuelos de repatriación. Ha solicitado permiso para operar cinco vuelos desde Casablanca a Madrid los días 2, 4, 7, 9 y 11 de diciembre. La capacidad de estos será de alrededor 200 personas. En estos vuelos se admitirá a clientes con billetes de Iberia, los del reto de compañías tendrán que abonarlo.

Andrea, Patricia y Manuel viajaron a Marrakech sin problemas. Se hicieron la prueba PCR pero cuando ellos viajaron ni siquiera era necesaria, «por eso pensamos que la situación estaría controlada. No teníamos noticias de que la situación fuese peligrosa. Entendíamos que todo iba a estar mejor», señalan.

Estos tres burgaleses llegaron el domingo y el lunes se enteraron, siempre por noticias que llegaban desde España, de que Marruecos cerraba fronteras internacionales para evitar la expansión de la nueva variante. «Todo lo que nos llegaba era que no se podía entrar, por lo que estábamos tranquilos. Lo peor llegó cuando llegamos al hotel el lunes y comprobé en el correo que Iberia nos había cancelado los pasajes», apunta Patricia.

«Desde aquí no podemos llamar. Tuvimos a dos personas desde España durante más de dos horas y 20 minutos intentando contactar con Iberia. En la aerolínea no entendían nada, nadie daba explicación, ni soluciones», señalan. Después se decidieron a salir del hotel para ver si encontraban a algún español más. En el día anterior habían coincidido con muchos españoles en las visitas guiadas. «Estuvimos dando vueltas por el centro de Marrakech y no vimos a ningún turista, lo que nos pareció rarísimo ya», reconocen.

Así que empezaron a buscar combinaciones para poder salir del país, pero nos enteramos por otras personas que esos vuelos se cancelaban después de comprarlos. «Salimos a cenar y nos encontramos con una pareja de españoles. Ellos, en teoría, volaban el martes y a menos de 24 horas de salir les cancelaron el vuelo. Fueron al aeropuerto y nos contaron que había más de 100 españoles, marroquíes que trabajan en España y tenían que volver. Todo era un caos, nos enviaron vídeos y se veía mucha tensión», señala Patricia.

Ante esta situación, Andrea, Patricia y Manuel se cobijan en que están los tres juntos. «En nuestro caso tenemos suerte de estar los tres juntos y tener más o menos solucionado el tema del trabajo. Aún así, dos somos autónomos y estamos teniendo dificultades. Tenemos un bar y lo tenemos que abrir en este puente. El funcionamiento lo tenemos que estar gestionando desde aquí y pidiendo ayuda a gente que está en Burgos», explica Patricia.

Lo que más les duele y afecta es la falta de información. «Lo que peor nos hace sentir es no recibir información de ningún sitio. No hacen más que enviarnos formularios que no sabemos para qué valen, pero los seguimos rellenando, para que nos tengan localizados y el Gobierno sea consciente de que estamos aquí. Pero no sabemos nada», lamentan.

Mentalmente reconocen que, todavía, no están muy afectados. «Íbamos a estar hasta el jueves 2 de diciembre, por lo que mentalmente es diferente para nosotros, pero seguimos teniendo ese miedo y angustia. Hay gente que está en peor situación. Aún así es muy desesperante que la aerolínea te cancele y no te diga nada. Que te queden sin soluciones», reconocen.

Aún así, estos burgaleses confían en salir pronto del país, antes del 14 de diciembre que era el primer día que la aerolínea les ofrecía para poder volar. Ya que el cierre de fronteras de Marruecos se ha establecido, en un principio, para dos semanas.