Secciones
Servicios
Destacamos
El Gobierno de España ha prometido ayuda a todos los españoles que han quedado atrapados en el extranjero en plena crisis sanitaria por la COVID-19. Pero a algunos burgaleses que esta crisis ha pillado fuera de las fronteras españolas esta ayuda todavía no les ... ha llegado. BURGOSconecta ha hablado con algunos burgaleses atrapados en Tailandia y con otros que han conseguido llegar este viernes después de llevar cinco días, desde el lunes 16 de marzo, deambulando por aeropuertos del mundo.
Este miércoles, Arancha González, ministra de Asuntos Exteriores, compareció para asegurar que la red de embajadas y consulados están trabajando para que los españoles puedan retornar cuanto antes. Hasta allí, hasta la embajada española en Bangkok (Tailandia), han acudido esta mañana un grupo de españoles en el que se encuentran tres burgalesas.
Sara, Rebeca y María son tres burgalesas que estaban de viaje en Tailandia. Salieron de España muchos días antes de que se declarase el estado de alarma y Tailandia no era un país que el Ministerio de Asuntos Exteriores considerase peligroso. Este jueves les cancelaron el vuelo que les iba a llevar hasta Moscú y de allí a Madrid. Sara explica que no les dieron ningún tipo de explicación. Acudieron al hotel y grabaron un vídeo pidiendo ayuda y asesoramiento. Han conformado un grupo de unos 150 españoles, entre los que hay otros cuatro burgaleses, que se ayudan y hacen presión conjuntamente.
Esta mañana han acudido a la embajada un gran grupo para contar su situación y, como explica Sara, «nos han dicho que mientras haya vuelos comerciales, no nos pueden garantizar que nos vayan a repatriar». El problema, como explica esta burgalesa, es que «las compañías aéreas están poniendo los vuelos por precios que van de los 2.000 a los 6.000 euros y, además, no garantizan que puedas llegar a casa», lamenta. «Entendemos que la embajada no nos vaya a poner un avión solo para nosotros pero es que buscamos apoyo y no obtenemos nada», lamenta.
Estas tres burgalesas han conseguido comprar un vuelo para el domingo 22 de marzo que les llevará hasta Moscú donde harán 12 horas de escala y de allí a Madrid. Pero la compañía tampoco les garantiza que no se vaya a cancelar, «eso sí nos aseguran que si se cancela nos devuelven el dinero». Si consiguen llegar a Madrid el camino tampoco será fácil porque lo primero que se les canceló fue el autobús desde Madrid a Burgos, «estamos buscando fórmulas para llegar, incluso ir cada una en un taxi», explican.
Otra pareja burgalesa ha conseguido llegar este viernes a Burgos desde que el lunes comenzara su odisea por aeropuertos del mundo. Se encontraban en Indonesia. Habían estado en Tailandia y viajaron a Indonesia sin problema, solo se les tomó la temperatura, pero el lunes 16 de marzo les dijeron que les suspendían su vuelo con fecha del 23 de marzo en el que tenían que regresar a España. Ese día, el mismo lunes, madrugaron y se presentaron pronto en el aeropuerto. Allí ya se encontraron a numerosos europeos en su misma situación.
Llegaron de madrugada al aeropuerto pero hasta la una de la tarde no abrió la compañía. Tras mucho insistir, papeleo, cambios y negativas les consiguieron un vuelo a Barcelona que ese mismo día se suspendió. Se lo cambiaron a Portugal. Su viaje sería: Bali-Yakarta-Lisboa. Pero tampoco pudo ser.
Justo cuando fueron a embarcar en Bali para viajar a Yakarta se les canceló el vuelo. «Éramos un grupo de unos 13 españoles, nos dijeron que nos daban otro vuelo a Dubái y ahí nos las teníamos que apañar nosotros. Nos negamos y les obligamos a buscarnos otro vuelo», explica este burgalés.
Finalmente les ofrecieron el siguiente recorrido: Bali-Yakarta-Dubái-Londres y de ahí ellos cogerían un vuelo a Barcelona. Este itinerario siguieron y asegura que «ni en Dubái ni en Londres nos tomaron la temperatura».
Cuando llegaron a Londres la situación era caótica, «mucha gente desesperada pagó grandes cantidades por un vuelo a Madrid. Nosotros cambiamos de aeropuerto y conseguimos un vuelo a un precio no muy caro y volamos a Barcelona», explica.
Desde Barcelona cogieron un tren que los ha traído a Burgos después de pasar días en aeropuertos, recibiendo negativas de las compañías aéreas y sin ningún asesoramiento por parte de la embajada. «Consultamos con la embajada española en Indonesia cuando nos cancelaron el vuelo, tardaron tres días en contestarnos para explicarnos que no podían hacer nada por nosotros», asegura.
«En Londres vimos a gente desesperada, gente con muchas maletas que supongo que serán españoles que viven en Inglaterra y regresaban. Pero nosotros hemos tenido, pese a todo, una suerte increíble, porque este viernes Ryanair cerraba los vuelos con España», apunta este burgalés.
Además, Bibiana Herrero y Fernando del Olmo, son otros dos burgaleses que también se encuentran atrapados en el extranjero.
Más información
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La proteína clave para la pérdida de grasa
El Comercio
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.