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Sebastián Bonacic en el hospital Recoletas de Burgos. BC
Sebastián Bonacic: «Ningún tratamiento estético es una cosa menor»

Sebastián Bonacic: «Ningún tratamiento estético es una cosa menor»

Sebastián Bonacic, cirujano estético en Recoletas Burgos, indica que lo más importante para someterse a estas intervenciones es «estar informado» y que «el cirujano sea apto para esa intervención» y se lleve a cabo «en un centro que cumpla con todas las medidas»

Ruth Rodero

Burgos

Sábado, 13 de mayo 2023, 08:59

La llegada del verano hace aflorar la necesidad de vernos bien. Para ello mucha gente recurre a la medicina estética. Unos retoques e intervenciones que tienen que ser tomadas en consideración de la misma manera que cualquier otro tratamiento o intervención médica. En las últimas ... semanas se ha alertado desde diferentes organismos a la población del peligro de hacerse este tipo de intervenciones en lugares que no cumplen con las medidas sanitarias necesarias.

Porque el turismo estético lleva a muchas personas hasta Turquía para realizarse estos tratamientos. Algo que, como indica Sebastián Bonacic, cirujano estético en Recoletas Burgos, no tiene por qué ser malo de por sí. «Turquía o cualquier país puede ser una solución a una necesidad, lo importante siempre es estar informado», indica.

«Los cirujanos hablamos del triángulo de seguridad, no solo en la cirugía estética, sino en la cirugía en general», cuenta. Este triángulo tiene, como es de esperar, tres vértices: el paciente informado, el cirujano apto para esa intervención y el centro que cumple con todas las medidas. Es necesario que el paciente, antes de operarse, «tenga una cita con su cirujano», que sepa «dónde se va a operar y qué técnica se va a usar». «El paciente tiene que estar completamente informado, es también responsabilidad suya estar informado», insiste el cirujano.

Antes de llevar a cabo la intervención es necesario asegurarse de que «el centro en el que se realiza la cirugía o el tratamiento cuenta con todos los permisos sanitarios y tiene todas las medidas de seguridad». «Incluso aquí en España vemos muchas veces que se están operando pacientes en una consulta que no tienen todas las medidas de seguridad y, si hay algún problema probablemente sea muy peligroso para el paciente», lamenta. El tercer vértice pasa por asegurarse de que el cirujano que hace esa intervención o tratamiento tenga todos los conocimientos necesarios. «Aquí en España que sea un cirujano formado vía MIR, tenemos que asegurarnos de que si hace tratamientos que están fuera de su especialidad tenga los conocimientos adecuados, si hace tratamientos de estética que tenga el título del máster de estética. Esos son los tres vértices que hablamos del triángulo de la seguridad», insiste Bonacic.

Riesgos de las intervenciones estéticas

Porque, aunque pueda parecer una situación menor, estas intervenciones «conllevan los mismos riesgos» que cualquier otra. «Un aumento mamario, que puede ser totalmente estético para sentirse y verse mejor, se hace con una anestesia general y puede derivar en los mismos problemas de cualquier cirugía. Una cirugía abdominal o una apendicitis también se hace con anestesia general, por lo que es muy importante no pensar que porque es una cirugía o tratamiento estético va a estar exento de complicaciones», explica.

Turquía parece haberse convertido en el epicentro de la cirugía estética, operaciones bariátricas que, si bien no han tenido pacientes rebotados en Burgos, en España las hacen cirujanos generales y, en muchas ocasiones, con motivos de salud más que estéticos. Entonces, ¿por qué tanta gente recurre a Turquía? «Los servicios públicos de salud no pueden dar atención a todos los pacientes que se beneficiarían de esa cirugía. Como no caben todos buscan otras alternativas y, muchas veces, por lo que he visto, ofrecen tratamientos que están totalmente obsoletos. Están ofreciendo tratamientos rápidos en Turquía que muchas veces consiste en usar toxina botulímica para paralizar el intestino, de esta manera comes menos porque te sientes completamente saciado. Pero poner toxina botulímica a diestra y siniestra puede tener efectos muy graves como la muerte», alerta.

Tratamientos 'estacionales'

Los gustos y las técnicas de las intervenciones estéticas van cambiando. Así como las épocas en las que se realizan. «Cuando se acerca el verano las cirugías que más hacemos son mamarias, tanto de aumento como en pacientes que después de haber tenido hijos y de haber dado el pecho ese pecho se queda como vacío y se descuelga, queda caído. Muchas mujeres de entre 40-50 años quieren verse mejor y podemos hacer una mejoría de ese pecho levantando y rellenándolo si es necesario», explica el doctor.

Además, después de haber retirado las mascarillas tras tanto tiempo con el rostro cubierto «la gente se quiere ver mejor». «Pero siempre con resultados naturales, por eso es importante que sepan qué cirujano o qué médico estético está haciendo el tratamiento. Veo a muchas pacientes en mi consulta que vienen rebotadas de otros compañeros y que no les gusta el resultado que tienen, la pregunta es, ¿no te lo dijeron? Lo tienes que preguntar antes de someterte al tratamiento, aunque sea con toxina botulímica. Muchas veces lo minimizamos y creemos que es una cosa menor y ningún tratamiento estético es una cosa menor», reitera.

Porque generalmente estos tratamientos se hacen en la cara y la cara es nuestra carta de presentación. «Si tenemos unos labios que parecen dos morcillas no va a ser bonito, hay mucha gente que no sabe pinchar un labio. Es muy importante saber en manos de quién nos ponemos aunque sea para un tratamiento estético de diez minutos», repite.

Y aunque en los años 90 «se buscaban unas prótesis enormes» ahora se buscan resultados más naturales. «Hace unos años veíamos los labios rusos, que era poner los labios como dos salchichas y eso se está revirtiendo. En consulta lo que piden son resultados naturales y si me piden algo que no es natural yo simplemente le digo que no lo hago y que busque otro cirujano», afirma.

Mayoritariamente mujeres

Por la consulta del doctor Bonacic pasan mayoritariamente mujeres. «Aunque sí que hay más hombres que se van animando, sin embargo, si hablamos de porcentajes probablemente te diría que el 95% son mujeres. Pero sí que vamos viendo que los hombres se van animando a ponerse algo de toxina, a verse mejor», relata.

Aunque el bisturí sigue siendo cosa de féminas en su mayoría, los varones cada vez acceden más a tratamientos que se realizan en consulta. «Por ejemplo un tratamiento que se llama hidrofacial, que es un tratamiento médico, una limpieza facial muy profunda, que te deja la piel muy hidratada. Los hombres ya están preguntando por cremas, por tratamientos en casa, sí que les vemos que se están interesando más por cuidarse», cuenta Sebastián Bonacic.

Y aunque pudiera parecer lo contrario, no hay un perfil del paciente de este tipo de intervenciones o tratamientos. «No hay unos parámetros claros, en el fondo ahí lo que entra es el criterio del médico. Si vemos un paciente que tiene unas expectativas que son poco realistas, si pide una cosa que tú sabes que está fuera de un resultado natural, agradable, yo no tengo problema en decirle que yo no puedo hacerle ese tratamiento. No le puedes ofrecer que con una cirugía va a ser Brad Pitt. Hay tratamientos que no hago porque no me he formado y por mucho que me venga un paciente privado, que me va a aportar un beneficio económico yo no puedo ofrecerle un tratamiento para el que no estoy formado», finaliza.

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