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Es, quizás, la rama que menos se conoce de la cirugía plástica, pero es una de las más satisfactorias. Porque además de los aumentos de mama, los pinchazos de botox y los tratamientos meramente estéticos hay todo «un mundo mucho más allá de eso» dentro ... de la especialidad de la cirugía plástica. Así lo asegura el doctor Sebastián Bonacic, que aclara que el título que ostentan los cirujanos plásticos es de «cirujano plástico, reconstructivo y estético».
Seguramente sea en la segunda parte de este título donde se esconda la magia de esta especialidad. En la cirugía reparadora, la que permite a centenares de personas reencontrarse con ellas mismas. Esta cirugía reconstructiva es la que se encarga de ayudar a reparar «los daños que se producen de manera secundaria a un traumatismo o a una cirugía oncológica», por ejemplo.
Los casos más conocidos por los ciudadanos de a pie son los relativos al cáncer de mama. «En una paciente con un cáncer de mama a la que se le quita completamente la mama, porque está enferma, nosotros actuamos después de que el ginecólogo la opere para hacer la reconstrucción mamaria», afirma el cirujano.
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Esta reconstrucción «consiste en darle a esa paciente el mejor resultado a pesar del daño secundario que tiene por su cáncer». Hacer que, a pesar de su proceso, no tenga una carga más por encontrarse mal con su imagen, con cómo se siente con su cuerpo.
Pero no son estos pacientes oncológicos los únicos en poder beneficiarse de la reconstrucción, también lo hacen quienes sufren otros tipos de tumores. «En pacientes que tienen cáncer de cabeza y cuello, a los que les tienes que quitar un trozo de mandíbula, podemos hacerles la reconstrucción quitándoles un hueso de la pierna, como es el peroné, para reconstruir esa mandíbula», indica el doctor. Cirugía cercana a la ciencia ficción que devuelven la sonrisa a quenes padecen estos tumores.
Pero no son las personas enfermas las únicas que se pueden beneficiar de estas intervenciones, también aquellos a los que un accidente les ha puesto en aprietos. «También podemos ayudar a pacientes con traumatismos graves. Aquí en Burgos hacemos reimplantes que vienen de toda España«, insiste el doctor.
«A un paciente que se corta la mano en su trabajo, por ejemplo, nosotros intentamos reimplantar esa mano para reducir el daño que puede tener o para evitar, quizás, los problemas que le provocarían a ese trabajador tener que usar una prótesis o no hacer esa reconstrucción», explica Bonacic.
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Todo esto son técnicas que hacen habitualmente los cirujanos plásticos. «La cirugía plástica es bastante más que solo pensar en cirugía estética o aumento mamario», insiste Sebastián Bonacic. Y en Burgos esta especialidad brilla con luz propia. «Creo que cada vez se conoce más lo que hacemos y, en ciudades como Burgos, donde siempre ha habido un servicio de cirugía plástica en el hospital público muy importante, que lo comenzó el doctor Casado y que hizo un servicio muy potente, se conoce más».
Es por esto que cree que en «Burgos sí se conoce» esta labor del cirujano plástico. «Aquí sí tiene ese alcance de lo que hace un cirujano plástico, que no es solo cirugía estética, probablemente en otras ciudades donde no hay un servicio de cirugía plástica tan potente se desconozca esta rama que es enorme dentro de esta especialidad. Hay mucha gente que se subespecializa en reconstrucción mamaria, en miembro inferior o en diferentes ramas de la cirugía reconstructiva», finaliza Sebastián Bonacic.
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