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La cuarta ola está siendo más débil que cualquiera de las tres anteriores en Burgos. La vacunación ha llegado para quedarse y, de momento, ha conseguido frenar los envites de la covid en la provincia. Y el impacto está siendo más tenue gracias a ... la vacunación de los mayores de 80 años y de los usuarios de residencias y centros dependientes, lo que ha propiciado un 'respiro' en los hospitales de Burgos.
La mortalidad ha descendido en esta denominada cuarta ola respecto a la tercera, donde Burgos sumó 80 muertes por covid entre enero y febrero, por las 51 que registra, de momento, entre marzo y abril. Mortalidad a la baja que se escenifica también en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario de Burgos (HUBU), donde el número de ingresados ha descendido estos meses.
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Hasta 41 pacientes, al mismo tiempo, llegaron a permanecer en la unidad de críticos a mediados de febrero en HUBU. Máximos que se han reducido a la mitad, pues en esta última ola no se han superado los 20 ingresados simultáneos en la UCI. De hecho, la efectividad de la vacunación se nota también en la edad media de los pacientes, que ha descendido hasta los 63 años.
Aunque los hospitales no se han llegado a colapsar y han albergado a menos pacientes covid en las últimas semanas, los máximos diarios sí que se han asemejado al de anteriores etapas del coronavirus.
El pasado 9 de abril, el HUBU llegó a acumular 95 pacientes covid ingresados en planta (seis eran sospechosos de padecer la enfermedad), dos menos a los registrados el 1 de febrero, en plena tercera ola y con el complejo universitario acogiendo enfermos de otras provincias de la región.
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La provincia, con el interior de los locales hosteleros cerrados en la capital, Miranda, Medina, Briviesca y Lerma, ha destacado en los dos últimos meses por liderar las estadísticas regionales de contagios diarios. Unos datos que no llegan a niveles de pasadas olas por la vacunación. Actualmente, casi el 100% de la población mayor de 80 años ya ha recibido las dos dosis de la vacuna, lo que ha derivado en un frenazo prácticamente absoluto de la mortalidad en residencias y centros dependientes, a pesar de que el pasado 17 de marzo se registrara un deceso en un centro de la provincia.
El panorama cambia sustancialmente para los burgaleses de entre 60 y 79 años, donde alrededor del 5% ya está inmunizado contra la covid-19. La inoculación de estas franjas de edad se ha iniciado recientemente, por lo que se espera que en un mes la inmunidad de rebaño ya sea una realidad, lo que acorralaría un poco más a la covid en Burgos.
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