Montse Mata lleva más de una década trabajando de manera continua en la Residencia de Barrantes. PCR
Residencia San Julián y San Quirce-Barrantes

«Que nos ponga retos porque somos capaces de superarlos, aunque no nos lo creamos»

Montse Mata, auxiliar de enfermería ·

Montse Mata reconoce que la pandemia les ha puesto una prueba que han superado con nota, trabajadores y usuarios | Han sido meses duros en los que han tenido que despedir a mayores que son como de la familia

Lunes, 18 de enero 2021, 08:28

Montse Mata tiene una amplia experiencia profesional como auxiliar de enfermería en residencias de mayores. A trabajado para la Diputación de Burgos en los centros de Oña y Fuentes Blancas y, desde hace una docena de años, forma parte del equipo de la Residencia San ... Julián y San Quirce (Barrantes). Además, antes también estuvo trabajando a temporadas en el centro, así que se conoce a los usuarios que llevan más tiempo allí. Por ese motivo, la pandemia de la covid-19 y el brote que la residencia sufrió a finales de noviembre han sido un duro golpe para ella.

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«Han sido meses realmente duros, por lo inesperado, la tensión», asegura Montse. La pandemia les ha puesto a prueba, como a toda la sociedad, y a su parecer tanto trabajadores como usuarios han estado a la altura «Hemos dado todo lo que hemos podido, desde el primero hasta el último, cada uno en la medida de sus posibilidades», asevera. Y con ello se queda. También con la enseñanza de que «podemos mucho más de lo que nos creemos. Que nos pongan retos porque somos capaces de superarlos, aunque no nos lo creamos». Con la pandemia están pudiendo.

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También los residentes, que «se merecen un trofeo». Lo han pasado mal. Durante el confinamiento, porque han estado mucho tiempo encerrados. Luego, con salidas y visitas más restringidas. Y, después, el brote que afectó a una treintena de ellos. Los que presentan un deterioro cognitivo severo, y que no comprenden bien lo que ocurre, se han comportado. Y para los que están bien, reconoce Montse, ha sido muy duro. Aun así, «lo han aguantado», pero «ha sido muy triste» porque en el proceso han perdido a doce mayores, víctimas de la covid-19.

Montse se emociona al recordar los fallecimientos pues a algunos de los mayores les conoce desde hace veinte años. «Pasamos aquí casi un tercio de nuestra vida. A muchos de ellos los conocemos casi tan bien como puedes conocer a tu familia, y ellos te conocen a ti», asegura, así que es muy doloroso ver que el virus se los llevaba. Montse asegura que no ha pasado miedo. Sí tenía respeto «ante lo que se nos venía. No sé si ha sido inconsciencia o un mecanismo de defensa», pero les ha permitido seguir su trabajo y hacerlo lo mejor que ha podido.

Precisamente, Montse aprovecha para reivindicar el trabajo que se hace en las residencias de mayores, que son «el hermano pobre», asegura. «Lo que se desconoce no se valora y la gente no conoce el trabajo que hacemos hasta que viene aquí». Además, asegura que son los propios profesionales los que tienen valorar primero su trabajo y, luego, la sociedad. Se ocupan de uno de los colectivos más vulnerables, una labor imprescindible que la pandemia ha hecho aun más dura. Ahora solo queda esperar la vacuna, «que nos la han traído los reyes», para empezar a pasar página.

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