Pirola y eris, así son las subvariantes que están haciendo aumentar los casos covid

Ruth Rodero

Burgos

Miércoles, 13 de septiembre 2023, 16:04

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La covid-19 vuelve a ser noticia por el aumento de los casos covid en este final del verano. Tal y como habían advertido los expertos, una vez que la OMS dio por concluida la pandemia el destino de este virus era convertirse en una enfermedad estacional como la gripe. Y así, a las puertas del otoño, el número de test covid positivos no deja de crecer. Tampoco lo hace la venta de estos dispositivos en las farmacias, que han pasado a vender en un día el número de test que vendían en un mes.

Desde mediados de agosto la transmisión se ha disparado y es habitual cruzarse con gente que hace, de nuevo, uso de la mascarilla, ya sea porque se ha contagiado o bien porque quiere protegerse de un posible contagio. Porque el protocolo covid actual no ha cambiado con respecto a las últimas subvariantes y, tras un test covid positivo, hay que usar la mascarilla para evitar la propagación del virus.

En la actualidad, el protocolo covid no es distinto al de un catarro común o una gripe. Si el test de detección da positivo hay que utilizar el equipo de protección personal (mascarilla) en lugares donde exista riesgo de contagio y en presencia de personas vulnerables. Como se repitió durante la pandemia, hay que extremar la higiene de manos, lavándolas minuciosamente y con frecuencia, si no se puede usar agua y jabón es recomendable utilizar gel hidroalcohólico.

Para toser y estornudar hay que cubrirse la boca con un pañuelo desechable que hay que tirar a la basura tras utilizarlo. Si no es posible el uso de un pañuelo, la boca debe cubrirse con el interior del codo, nunca con la mano.

En la actualidad, la OMS ha advertido de la convivencia de dos nuevas subvariantes que se caracterizan por su rápida propagación; la EG.5, más conocida como eris, y la BA.2.86, llamada pirola. Ambas tienen origen en el virus Sars-CoV-2 y han mutado creando preocupación a nivel mundial. La subvariante pirola es la que está bajo la lupa de la OMS a pesar de que no es la variante dominante a día de hoy. Sí es, sin embargo, la que más mutaciones ha sufrido, hasta 42 cambios en sus aminoácidos de la proteína espiga.

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Aunque todavía es pronto para saber el potencial de pirola, y saber si será más dañina o mortal que otras subvariantes de Ómicron, hasta ahora lo que se sabe es que los casos registrados parecen indicar que no están provocando una mayor tasa de hospitalización.

En cuanto a los síntomas que han detectado los médicos burgaleses por los pacientes que les llegan son, en general, banales, con fiebre o febrícula, congestión nasal, estornudos, tos y dolores musculares. Síntomas de un catarro común y que se pasan sin complicaciones.

Según indica la OMS los principales síntomas de la subvariante eris son dolor de garganta, congestión nasal, estornudos, tos, dolor de cabeza, voz ronca, dolores musculares y puede presentar también pérdida del olfato, diarrea y taquicardia.

Para la subvariante pirola, los síntomas son similares a los de las variantes ya conocidas, con fiebre o escalofríos, tos, dificultad para respirar, fatiga, dolores musculares y corporales, dolor de cabeza, pérdida reciente del olfato o el gusto, dolor de garganta, congestión o moqueo, náusea o vómitos y diarrea.

En esto tampoco son especiales estas dos subvariantes, porque al igual que el resto que han ido apareciendo a lo largo de la pandemia covid-19, la transmisión de eris (EG.5) y pirola (BA.2.86) se produce a través de las gotitas que producen las personas infectadas al hablar, toser o estornudar. Sin embargo, desde la OMS quieren tranquilizar a la población mundial y aseguran que las vacunas covid protegen también ante estas dos nuevas subvariantes.