Arturo Posada
Valladolid
Viernes, 24 de abril 2020, 21:30
Los números dejaron buenas noticias, tanto a escala nacional como autonómica. Por primera vez desde el inicio de la pandemia de la covid-19, en España se registraron más curados (3.105) que contagiados (2.796). El número de fallecidos también cayó considerablemente en ... todo el país (367), aunque cada uno de ellos encierra dramas familiares que las impersonales cifras no son capaces de detallar.
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«Esta vez sí que estamos doblegando la curva», declaró el ministro de Sanidad, Salvador Illa. «La situación actual nos puede permitir pensar en las siguientes fases», constató Fernando Simón, director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias.
En Castilla y León, las cifras también ofrecieron varios rayos de esperanza. Los casos nuevos confirmados se redujeron a 374 en la comunidad, frente a los 563 y 580 de los días precedentes. Y los datos de hospitalizados son los mejores desde hace un mes, tanto en planta (1.011 a día de este viernes), como en UCI (220 pacientes), siempre el gran medidor de la gravedad de la crisis. Los 27 fallecidos en la comunidad suponen igualmente la cifra más baja en un día desde el 23 de marzo.
Son los datos nacionales y autonómicas sobre la mesa, el Ministerio de Sanidad reunió este viernes al comité de expertos con participación de las comunidades autónomas para apuntalar las condiciones de una transición que será «asimétrica por territorios». Con un matiz: esos territorios no tiene por qué coincidir con las comunidades autónomas. La desescalada será provincial o incluso municipal, atendiendo a diversas peculiaridades y situaciones. El Gobierno se encargó de dejar claro a las comunidades que dirigirá el proceso y, que a corto plazo, no prevé autorizar nuevas medidas de desescalada.
El ministro Illa anticipó por la mañana cuáles serán los requisitos generales para iniciar el desconfinamiento futuro. La capacidad de asistencia sanitaria, la vigilancia epidemiológica, los criterios de detección precoz para el aislamiento de casos y las medidas de distanciamiento social son los cuatro grandes ejes de la propuesta gubernamental. La Ser divulgó los pormenores: la tasa de contagio tendrá que permanecer por debajo de 1 durante al menos dos semanas, los hospitales deberán tener libres el 50% de sus camas de UCI para enfermos de covid-19, la tasa de hospitalización no podrá superar el 30% y la tasa de incidencia acumulada tendrá que ser como máximo del 2% por cada 100.000 habitantes.
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La tasa de contagio en Castilla y León es actualmente de 0,89 (cada infectado contagia a menos de una persona de promedio), según los datos publicados por el Instituto Carlos III. Las UCI extendidas de la comunidad cuentan con 511 camas funcionantes, de las cuales están ocupadas 279 (220 con pacientes con covid-19). El porcentaje de hospitalizados en planta es actualmente del 56% en Castilla y León.
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Este viernes no hubo análisis de los datos ni comparecencia de la Consejera de Sanidad, como resulta habitual. Las Cortes autonómicas tomaron el protagonismo político, con un pleno donde compareció a petición propia el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco. Las mascarillas, los guantes y los escaños vacíos (la mayor parte de los procuradores ejerció el voto telemático desde casa) ofrecieron la imagen parlamentaria regional de la pandemia.
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Mañueco propuso un gran «pacto de comunidad para afrontar con éxito la recuperación económica, el empleo y la cohesión social». La convalidación del decreto-ley con medidas urgentes y extraordinarias para la protección de las personas y las empresas de Castilla y León fue aprobado por la totalidad de los 81 procuradores (60 de ellos por vía telemática).
Mientras, en el plano internacional, China anunció que podría disponer de una vacuna de «emergencia» en septiembre y Corea del Sur no registró ninguna muerte por coronavirus en un mes. En Estados Unidos arreció la polémica por las declaraciones de Donald Trump que sugirió durante una comparecencia la posibilidad de inyectar desinfectante a los pacientes con coronavirus para su tratamiento. este viernes la Casa Blanca tuvo que salir a aclarar que el presidente no recomienda la ingesta de ese tipo de productos y cargó contra la prensa por publicar sus declaraciones. También en Estados Unidos, pero con más seriedad, Bill Gates publicó un artículo donde se mostró esperanzado por los avances para desarrollar una vacuna RNA, una de las vías que exploran los científicos para acabar con la pandemia actual.
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Una de las claves para afrontar las medidas de desconfinamiento pasa por el denominado número reproductivo básico (R0), que hace referencia a la tasa de contagio. La cifra recoge el promedio de casos secundarios causado por un caso primario y el consenso generalizado es que debe situarse por debajo de 1 para considerar que la pandemia empieza a estar controlada.
Castilla y León es actualmente el séptimo territorio español con más bajo número reproductivo básico (0,89). Solo Asturias, Castilla-La Mancha, Extremadura, Murcia, La Rioja y Melilla presentan tasas inferiores. Por otra parte, hay comunidades por encima de 1, como Cantabria (1,23), Madrid (1,13) Cataluña (1,07) o Galicia (1,02). La ciudad autónoma de Ceuta ofrece también una tasa de 1,21. La media en toda España se sitúa en 1.
Sin embargo, esta tasa por sí sola no será garantía para adoptar las diferentes medidas de alivio que dispondrá el Ministerio de Sanidad cuando se inicie la desescalada. Dos territorios con el mismo número reproductivo básico pueden ser tratados de diferente manera, en función de los casos totales. «El nivel de transmisión no tiene que ser 0 para empezar las actividades de transición. Y tampoco tiene por qué ser el mismo en todas las comunidades porque se tiene que valorar con el número de casos actuales que tenemos. Dos comunidades autónomas pueden tener el mismo nivel de transmisión, la famosa R, pero si una cuenta con un número de casos que no se pueden controlar, ni a ellos ni a sus contactos, probablemente estará en una situación diferente a otra en la que por población el número bruto de casos sea menor y, por tanto, más controlable», explicó este viernes Fernando Simón, responsable del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias.
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