Los médicos exigen cambios en un modelo sanitario caduco: «Agendas de 70 pacientes machacan»

El presidente del Colegio de Médicos de Burgos, Joaquín Fernández de Valderrama, vuelve a levantar la voz ante una realidad que no es nueva, ni imprevista. «Llevamos años avisando», insiste cuando se le pregunta por la actual saturación que sufre Atención Primaria y sus derivados en los centros hospitalarios. «La pandemia ha agudizado la crisis institucional del sistema sanitario», recuerda, haciéndonos descubrir los «graves problemas estructurales». Desde 1991, con el Informe Abril, se sabe que el sistema requiere de reformas, pero no se ha hecho nada.

A ello se le suma una «horrenda planificación», pues se ha llegado al grueso de las jubilaciones sin alternativa y, ahora, «no hay médicos ni enfermeras suficientes». De este modo acabamos viendo una «pelea» entre comunidades autónomas, provincias e incluso centros de salud y hospitales por llevarse a los profesionales. Cada jubilación deja un hueco, que pocas veces se cubre, así que en Atención Primaria la asistencia es cada vez más «deficiente» y crecen las listas de espera. Y todo acaba repercutiendo en un aumento de pacientes en las urgencias hospitalarias.

Por este motivo, Fernández de Valderrama ve con buenos ojos el acuerdo cerrado entre la Consejería de Sanidad y el sindicato médico CESM, que busca reducir esas listas de espera en Primaria y garantizar una atención médica en 48 años. «Son habas contadas», insiste el presidente del colegio profesional. «No hay médicos y hay que cubrir una asistencia», recuerda, y solo hay dos salidas: el concierto con la sanidad privada, a la que derivar los excedentes, o ampliar las jornadas laborales de los médicos de la pública, «que es una opción mejor».

Que sea voluntario y remunerado es un «incentivo», como lo es la consolidación del empleo, para intentar que los médicos se queden. «No podemos continuar con agendas de 60 o 70 pacientes por jornada. No se ve bien al paciente y va en contra de la seguridad en el ejercicio de la profesión; y machaca al médico», asegura Fernández de Valderrama. La medida será una solución puntual, pues lo que se necesita es un cambio de modelo. «Un pacto de estado», en el que se sienten profesionales, gestores, asociaciones y políticos, sin que ninguno intente «arrimar el ascua a su sardina».

Joaquín Fernández de Valderrama firma que el actual consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, está trabajando para encontrar una solución, y el acuerdo firmado con el CESM es una muestra. Sin embargo, es consciente de que se tiene que ir más allá, replanteándose un sistema que no se ajusta a las necesidades reales de una sociedad que se ha vuelto eminentemente urbana. «Siempre va a haber heridas», apunta, en clara referencia al futuro de la sanidad en el medio rural, la necesaria reorganización que llevará aparejada la revisión de la fórmula de consultorios y centros de salud.

«El alcalde de turno tendrá que asumir que su pueblo no puede contar con un médico fijo, sino que tendrá que compartirlo con la comarca», apunta, del mismo modo que «un médico de un pueblo de 100 habitantes tiene que ejercer en otros tres de iguales dimensiones». El presidente del Colegio de Médicos afirma que las «posturas acomodadas» deberán dejar paso a medidas que vayan «en beneficio de la comunidad». Joaquín Fernández de Valderrama lo tiene claro, el sistema sanitario requiere una reforma «a fondo», de lo contrario, «se va a hundir».