Educación sobre urgencias: «Algunos pacientes quieren una solución a corto plazo»

Joaquín Fernández de Valderrama, presidente del Colegio de Médicos de Burgos y responsable del área de Urgencias en el Hospital Santiago Apóstol de Miranda de Ebro, habla de un uso abusivo de las urgencias por parte de los pacientes. Es un servicio que está abierto todos los días del año, 24 horas al día, y está «pagando el pato» de las listas de espera en Atención Primaria (que llegan a superar la semana de demora en las citas) y en atención especializada.

Sin embargo, Fernández de Valderrama denuncia que no todos los pacientes que acuden a las urgencias tienen una causa justificada. Y la pandemia no nos ha ayudado a entender, o querer entender, cuándo debemos hacer uso de este recurso. «Hay una sobreutilización de los servicios de urgencias», insiste, porque hay pacientes que «quieren una solución a corto plazo». No es que no puedan esperar a su médico de Primaria, es que no quieren esperar.

De este modo, el personal de urgencias se sobrecarga. Y, en el resto del hospital, la situación no es mucho mejor. «Las plantillas están muy justas», afirma el presidente del Colegio de Médicos. «El trabajo asistencial te cubre toda la jornada», y aun así no llegan a cubrir toda la demanda. Por ese motivo, el tiempo para la formación, para el reciclaje, fundamental para los médicos, se tiene que buscar fuera de la jornada laboral.

La falta de médicos, en el ámbito de Primaria, se ha intentado paliar con diferentes medidas. Joaquín Fernández de Valderrama valora el acuerdo recientemente firmado entre la Junta y el sindicato médico CESM para prolongar voluntariamente las jornadas laborales en medicina de familia. Sin embargo, cuestiona otra de las soluciones que se puso en marcha durante la pandemia y que han generado más de un problema de seguridad en sanidad.

Se trata de la contratación de médicos sin el MIR ni la correspondiente residencia, que no tenían ni los requisitos ni las competencias para ejercer en la sanidad pública, recuerda el médico. La medida se autorizó en pandemia, ante una situación excepcional. En algunos casos, el servicio «se benefició sustancialmente», admite, pero también «hay casos flagrantes de médicos que, aparte de no reunir las competencias, rayan la inseguridad en su ejercicio profesional».

Por ese motivo, el Consejo de Médicos de Castilla y León está trabajando con la Consejería de Sanidad para evitar que, pasada la situación excepcional, estas contrataciones se vuelvan a producir. «Los colegios de médicos tenemos la obligación de velar por la profesión, la asistencia sanitaria y la seguridad», recuerda. Mientras, la Fiscalía ha iniciado una investigación ante una realidad que ha afectado a Burgos, pero también al resto de Castilla y León.