La media de muertes por suicidio en Burgos se sitúa en 30 anuales en la última década

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) más de 800.000 personas mueren cada año por suicidio, señalan que es la segunda causa principal de muerte entre personas de 15 a 29 años. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) en España fallecieron en 2019 3.671 personas por suicidio, en la provincia de Burgos fueron 33.

Los datos de 2019 son los últimos definitivos que el INE ofrece. También hay datos provisionales del primer semestre de 2020, en esos seis primeros meses fallecieron en España 1.343 personas por suicidio y en Burgos fueron nueve. Habría que esperar a los datos del segundo semestre para formar la imagen completa del año 2020, marcado por la pandemia de la covid-19.

Según datos de la OMS, por cada adulto que se suicida, posiblemente más de otros 20 intentaron suicidarse. Muchos psicólogos señalan que las cifras de suicidio son «infradatadas», ya que muchas ocasiones las muertes registradas como accidentales son suicidios.

Rosa María Araguzo, psicóloga del Servicio de Salud Joven de Burgos, evidencia que el suicidio, el deseo de acabar con la propia vida, es «una realidad oculta». Lo que nos puede llevar a la falsa creencia de que es algo que no va con nosotros cuando la realidad es que, aunque existen perfiles que pueden ser más propensos a tener una conducta suicida, cualquier persona podría llegar a tener un riesgo de suicidio en determinadas circunstancias.

La campaña del Ayuntamiento de Burgos, en colaboración con la Universidad de Burgos, enfermeras del Hospital Universitario de Burgos y el Servicio de Salud Joven, tiene un lema: «Elige vivir. Te escuchamos». Y deja claro que, ante la posibilidad de enfrentarse a un caso de suicidio, ya sea propio o de un conocido, lo principal es ofrecer apoyo y atención. Este apoyo puede proceder, en un primer momento, de cualquier ser cercano, pero es una carga demasiado grandes que debería ser asumida por un profesional.

Parece que los mitos y falsas creencias sobre el suicidio van cayendo, algo en lo que los medios de comunicación tenemos una importante labor que no se ha venido realizando de la forma más adecuada. Uno de los mitos que destaca esta campaña del Ayuntamiento de Burgos y también la OMS es que hablar del suicidio hace más probable que la gente se suicide. Desde la OMS se aclara que, hablar sobre el suicidio de una manera correcta hace que se difumine el estigma que conlleva y, por tanto, una persona con la intención de suicidarse no se verá tan excluida. Hay que proporcionar información sobre la necesidad de acudir a profesionales de la salud mental y, así, ofrecer más probabilidades de resolver sus problemas. «En la gran mayoría de casos, el suicidio se puede prevenir, pero si se aborda el caso de forma correcta», señala Araguzo.

Frente a mitos, realidades. Los datos del INE señalan una realidad inequívoca, los hombres se suicidan más que las mujeres. A nivel nacional y a nivel provincial los datos son claros.

En 2019, en la provincia de Burgos, murieron por suicidio 22 hombres frente a 11 mujeres. En 2018 fueron 26 hombres frente a ocho mujeres; en 2017 fueron 18 frente a ocho; en 2016, 19 frente a 10 y en 2015 fueron 25 frente a siete. Araguzo señala que los hombres se suicidan más que las mujeres, pero los datos que ellos manejan indican que las mujeres comenten más intentos de suicidio.

Y aquí, otro mito que hay que desmontar, si alguien dice que se quiere suicidar, en realidad, no tiene intención de hacerlo o los intentos de suicidio solo son llamadas de atención sin importancia. «Este mito provoca que no se preste atención a quien exprese la idea de suicidarse. El 90 por ciento de los que se suicidan expresa claramente la idea de hacerlo y el resto lo dejan entrever. Esta idea provoca una actitud de rechazo a quien ha tenido un intento de suicidio, cuando estas personas, con intención o no de quitarse la vida, necesitan ayuda para adaptarse correctamente», se indica desde el Servicio de Salud Joven de Burgos.

Lo principal, cuando se llega a tener ideas suicidas o conductas suicidas (dos situaciones diferentes), es buscar ayuda profesional, pero hay determinados mitos que hay que desmontar porque restan importancia al suicidio, contradicen, y provocan que no se decida acudir a un profesional de la salud mental.

Por un lado, se cree que los suicidios son actos impulsivos y no es así, esta creencia conlleva que no se pongan en marcha acciones preventivas y provoca la desesperanza de las personas con riesgo de suicidio.

Muchos también creen que el suicida está decidido a morir, en cambio, los profesionales señalan, «el suicidio no tiene la muerte como fin, la idea del suicidio aparece en una situación de sufrimiento y el consumarlo tiene como fin acabar con este sufrimiento. Por lo tanto, si se tiene la esperanza de resolver el sufrimiento de otra manera se optará por ella antes que tomar la opción de la muerte». Y un profesional puede evidenciar a la persona las otras alternativas. Porque, rompiendo otro mito, «el suicida está en una posición ambivalente, es decir, desea morir si su vida continúa de la misma manera y desea vivir si se produjeran pequeños cambios en ella».

El Ayuntamiento de Burgos, por ejemplo, ha lanzado esta campaña y, además, cuenta con un servicio, el Servicio de Salud Joven, donde jóvenes de Burgos y estudiantes de la Universidad de Burgos (UBU) pueden acudir en caso de necesitar ayuda psicológica. Se puede contactar con ello a través del 947 28 88 19 / ext. 8539 y, en caso de ser estudiante de la UBU, en el 603 708 835 / 947 492 050. También en el serviciosaludjoven@aytoburgos.es.