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Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso Efe / Vídeo: EP

Sánchez ofrecerá a Ayuso el estado de alarma en Madrid

El jefe del Ejecutivo acepta la reunión con la presidenta tras la confusión creada por la comunidad con sus anuncios y desmentidos

Jueves, 17 de septiembre 2020

Golpe de efecto de Moncloa. Pedro Sánchez rompió hoy su regla de no involucrarse en la gestión de la pandemia de las comunidades después de expirado el estado de alarma y decidió intervenir en primera persona en la crisis sanitaria que vive la Comunidad ... de Madrid, sacudida por los mayores índices de contagios de Europa y con más de seis millones de habitantes sumidos en la confusión por los anuncios contradictorios de la comunidad sobre las medidas para tratar de atajar la creciente transmisión del virus. El presidente del Gobierno central ofreció a media tarde de hoy a la presidenta madrileña, la popular Isabel Díaz Ayuso, una reunión en la propia sede del Gobierno regional, en la puerta del Sol, para establecer una estrategia conjunta ante los «momentos críticos» que vive la comunidad.

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Sánchez, en su carta remitida tras el llamamiento del vicepresidente autonómico Ignacio Aguado (Ciudadanos) para que el Ejecutivo central se involucrase en la que ya es la mayor crisis de la 'nueva normalidad' de todo el territorio nacional, ofreció a Ayuso ahondar en los mecanismos de «cogobernanza», una referencia velada al ofrecimiento de decretar un estado de alarma parcial en Madrid para que el Gobierno regional pueda imponer de manera coercitiva confinamientos y otras medidas drásticas, que en teoría debería aprobar este mismo viernes.

Satisfacción de la presidenta

Sin agenda todavía para ese encuentro, lo que todas las fuentes dan por seguro es que esta reunión tendrá lugar de forma inminente, después de que la propia Ayuso, a través de Twitter, se felicitara por el ofrecimiento de Sánchez. «La Comunidad ha estado demasiado tiempo sola. Celebro que el presidente del Gobierno acceda por fin a reunirse conmigo», escribió la dirigente madrileña en las redes sociales, después de haberle requerido a Sánchez una cita varias veces por carta y de manera directa en las videoconferencias de presidentes.

«A la vista de la evolución que sigue la pandemia en la comunidad que presides considero capital reforzar los mecanismos de cogobernanza para complementar los esfuerzos y medios que ya viene desplegando tu gobierno», aseguró Sánchez en su carta, en la que insistió en mostrarse dispuesto a desplazarse a la sede de la Comunidad de Madrid, una forma de remarcar que el Ejecutivo regional es el que, al menos por el momento, sigue liderando la respuesta contra esta segunda oleda.

No obstante, tanto en Moncloa como en Sanidad consideran que sería necesario que Ayuso y su equipo contarán con las herramientas que le proporcionaría un estado de alarma para garantizar unas cuarentenas que, hasta ahora, están siendo incumplidas casi sistemáticamente en los distritos y municipios más castigados de Madrid.

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Pero al margen de las cuestiones técnicas y jurídicas de cómo contener mejor la pandemia en Madrid, lo ciertos es que los bandazos y la tardanza del Gobierno regional han provocado una fuerte desconfianza entre los técnicos de Sanidad, que insisten en que un estado de alarma temporal y parcial podría acelerar mucho la contención del virus. Se trata, sin embargo, de una posibilidad que Ayuso y su equipo más cercano hasta ahora venían rechazando, sobre todo por que el Gobierno de Madrid estuvo siempre entre los más críticos contra esta medida de excepción.

Responsables del Gobierno central insistieron este jueves en que en la decisión del presidente de mojarse en la crisis madrileña también ha pesado la incertidumbre que el Ejecutivo de Ayuso ha provocado entre los 6,6 millones de habitantes de las Comunidad de Madrid con sus anuncios y desmentidos sobre las prometidas medidas «drásticas» para frenar la desbocada transmisión del virus en la autonomía y, particularmente, en varios distritos de la capital y municipios de la comunidad. Al agobio de vivir en la región europea con la mayor tasa de contagios se suman desde el miércoles las comunicaciones contradictorias desde el Ejecutivo regional que han desatado todo tipo de especulaciones después de que el viceconsejero de Salud Pública y Plan Covid-19, Antonio Zapatero, anunciara que la comunidad se plantaba confinamientos selectivos en las áreas más afectadas.

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El miedo en estas horas es evidente en la veintena de distritos y municipios de la región con tasas de incidencia (número de casos cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días) que quintuplican como mínimo el ratio de 120 casos por cada 100.000 habitantes que fija el Centro europeo para la Prevención y Control de Enfermedades como listón de riesgo. Se trata de zonas en las que habitan más de 2,8 millones de madrileños (el 40% de la población de la comunidad). Aunque la práctica totalidad de los 179 pueblos de Madrid y los 21 distritos de la capital supera con creces las tasas de alerta europeas, la situación en algunos barrios obreros de la ciudad es directamente extrema con más de un millar de positivos: Puente de Vallecas tiene 1.240 casos activos por cada 100.000 habitantes, Villaverde 1.157 o Usera con 1.155.

Ciudades dormitorio

En los pueblos la situación es algo mejor y, solo un municipio, Humanes, supera el millar de contagios por cada 100.00 habitantes. Aun así, grandes ciudades dormitorio como Parla, Alcobendas, Fuenlabrada, San Sebastián de los Reyes Torrejón multiplican por cinco los mínimos asumibles por Europa.

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El Ejecutivo regional, a través del consejero de Justicia, Enrique López, y hombre de confianza de Ayuso, trató de tranquilizar este jueves a la población pero sin avanzar nada de unos planes que los técnicos todavía no han acabado de perfilar. «La palabra confinamiento genera zozobra», admitió López, quien llegó a pedir disculpas por la confusión creada antes de garantizar que el Ejecutivo regional no «encerrará» a los vecinos porque, entre otras cosas, no se puede impedir la movilidad de las personas porque es algo que no cabe «ni siquiera en el estado de alarma, requiere un estado de excepción». «Se trata de limitar, de reducir la movilidad, de evitar los contactos no necesarios», garantizó. El objetivo, dijo, es simplemente «evitar las interrelaciones no necesarias» como los encuentros sociales o familiares que, afirmó, están detrás de la gran inmensa mayoría de los brotes de Madrid, donde no se están produciendo de manera masiva focos en centros laborales o en medios de transporte.

Zonas básicas

El Gobierno regional, y a la espera de conocer la propuesta de Sánchez, apunta ahora a «restricciones de la movilidad» y (también a «restricciones de la actividad» según anunció el consejero de Salud madrileño, Enrique Ruiz Escudero) en las zonas más afectadas y durante periodos de quince días.

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Los técnicos se inclinan por «aislar» en base a las zonas básicas sanitarias (en la comunidad hay más de 300 que a veces coinciden con barrios y otras solo con un puñado de calles) y no por distritos o municipios. Solo estarían exentos de esas limitaciones de movilidad los traslados al trabajo y a centros educativos.

No obstante, los especialistas de la Comunidad de Madrid ya avisan que en la práctica es imposible «aislar» o «perimetrar» a los millones de madrileños que viven en los distritos más afectados sin medidas que solo se podrían poner en marcha con un estado de alarma. Los técnicos que asesoran al gabinete de Ayuso recuerdan que solo en la última semana se han detectado más de 500 infracciones a confinamiento de infectados e insisten, como hizo el miércoles Zapatero, en que solo «confinamientos selectivos» que el Ejecutivo regional ahora rechaza de manera tajante, podrían hacer reconducir la transmisión en Madrid.

«Dictadura constitucional«

Aunque la consigna del Gobierno de Sánchez es no mostrar en ningún momento discrepancias con las autonomías por la gestión de la pandemia, la vicepresidenta Carmen Calvo dejó traslucir la inquietud de Moncloa por la falta de firmeza del Gobierno de Ayuso. «Veremos si esas medidas nos parecen suficientes para ayudar y arropar. Nosotros estaremos en la coordinación y en la ayuda leal, pero justamente porque este asunto afecta fundamentalmente a Madrid, el Gobierno de España tiene que estar esperando a ver qué decide Madrid, rápidamente para coordinarnos y ayudar en todo lo posible», apostilló la número 2 del Gobierno, al tiempo que recordó las críticas de varias autonomías, entre ellas Madrid, a la extensión del estado de alarma y los confinamientos, que tildaron de «dictadura constitucional».

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El ministro de Sanidad, Salvador Illa, uno de los más firmes defensores dentro del gabinete de Sánchez de que el Gobierno central ofreciera a las autonomías estados de alarma parciales, urgió a Isabel Díaz Ayuso y a su equipo a hacer lo que «haga falta para controlar la situación en Madrid». Aunque recordó que la región todavía tiene margen de maniobra antes de tener que recurrir a la ayuda legal del Ejecutivo central, insistió en que Madrid no debería descartar ninguna medida y debería estar abierta a reclamar un nuevo estado de alarma «si hiciera falta».

La reunión «no puede esperar»

Por otra parte, el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, ha señalado este viernes que la reunión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la presidenta autonómica, Isabel Díaz Ayuso, «no puede esperar» a la semana que viene.

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«¿Hay algo más urgente que acordar las medidas para contener la pandemia en Madrid?», ha preguntado el dirigente madrileño en sus redes sociales. Para Aguado, se está «a tiempo de salvar muchas vidas y puestos de trabajo». Por ello, ha pedido que la cita se celebre «lo antes posible».

«La situación está controlada. No hay aumento exponencial»

Una coyuntura «extraordinaria», pero la «situación está controlada» porque el aumento de casos «no es exponencial» como ocurrió durante el pico de la pandemia. El consejero madrileño de Justicia, Enrique López, se empeñó en marcar distancia con lo ocurrido en primavera durante la gestión del Ejecutivo central. Así, recordó que aunque están aumentando las hospitalizaciones (explicó que a día de hoy hay 2.700 pacientes ingresados y unos 350 en UCI), la situación es muy distinta a la de los peores momentos de la primera ola, cuando hubo 17.000 ingresados o 1.500 pacientes en UCI. Precisamente –destacó- el objetivo de las medidas que entrarán en vigor este fin de semana es evitar la sobrecarga que se produjo en el sistema asistencial a principios de año. El hombre fuerte de Ayuso restó importancia a las altísimas cifras de contagios e incidencia acumulada de la región. Dijo que en estos ratios influye el alto número de pruebas PCR que se están practicando. Y es que Madrid, arguyó, es «la comunidad que más hace de toda España, por encima de la media de Europa». Una «potente capacidad diagnóstica» que está permitiendo aflorar ese elevado número de contagios.

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