«Mi madre tiene covid desde el 19 de julio y me enteré siete días después, cuando la ingresaron en el HUBU»

«Me llamaron desde la residencia el lunes para decirme que mi madre estaba muy malita, que saturaba mal y que no toleraba medicación oral, así que la iban a llevar al hospital», explica Begoña sobre el estado de su madre de 90 años. En esa comunicación, como en las anteriores que se fueron produciendo cada día, le transmitían que su madre se encontraba «bien», nadie de la residencia mencionó que hubiese dado positivo en ningún test covid.

«Si mi madre se ha infectado o fallece, lo acepto. Lo que no acepto es que desde el 19 de julio la tengan secuestrada sin dar ningún tipo de información a la familia. No hemos podido hablar con ella. Pedí el sábado hacer llamadas o videollamadas y me dijeron que no se podía. Me imagino que esto les estará pasando al resto de familiares», apunta Begoña sobre el brote de la residencia de Castrillo del Val que ha contagiado a 64 de los 72 usuarios, ha llegado a tener hasta diez hospitalizados y ha fallecido un residente.

Ante esta situación, Begoña se dirigió este martes a la delegación territorial de la Junta para registrar una carta para la Consejería de Sanidad y pedir una investigación al centro de mayores. Asimismo, se puso rumbo hasta Fiscalía para elevar la petición de lo sucedido durante las últimas semanas en Los Tomillares, que registró su primer caso el 12 de julio. «Cuando me llamaron del hospital pensaba que había sufrido algún microinfarto. No pensé que era covid hasta que lo dijo la doctora del HUBU. Afortunadamente, mi madre ya está mejor», continúa Begoña, que se plantea la continuidad de su madre en esa residencia una vez que se recupere. «Las familias algún derecho tendremos, que estamos pagando 2.200 euros al mes», prosigue.

La tarde del martes, Begoña, acompañada de sus dos hermanas, mantuvo una reunión con los dos gerentes y la médica de la residencia. «Nos han dicho que estaban convencidos de que nos habían dicho que mi madre tenía covid. Que les disculpáramos. Es verdad que nos han estado llamando todos los días, pero para decirnos que mi madre estaba bien, pero nada más», concluye.

Desde la residencia implicada afirman que se ha mantenido una comunicación diaria con todas las familias.