El San Juan de Dios se cierra y la plantilla se va a la calle «en un mes»

Este martes, entre dos festivos, la dirección del hospital ha convocado a la plantilla para comunicarles que el San Juan de Dios se cierra y los trabajadores «nos vamos a la calle en un mes», ha explicado Pilar López-Gómez, del comité de empresa. Poco más saben, afirma, pues la dirección solo les ha indicado que este jueves presentarán ante Trabajo el ERE colectivo y que, la próxima semana, se iniciarán las negociaciones.

López-Gómez apunta que los citaron el viernes para este martes. A la reunión, informal, acudió la dirección del San Juan de Dios y un representante de la curia de la orden hospitalaria. Les han explicado que «después de intentar negociar», el convenio con el Sacyl se rescindirá el próximo 31 de diciembre y la orden «no puede mantener sola el hospital», así que se cierra y se despide a los trabajadores.

La decisión afecta a un centenar de empleados, de diferentes actividades. «Enfermeras y médicos podemos tener menos problemas de colocación», admite López-Gómez, pero la situación no va a ser sencilla para el personal de mantenimiento, de cocina, de limpieza, los administrativos... López-Gómez lamenta que «los trabajadores nos hemos quedado en medio» entre la Junta y el San Juan de Dios.

Hace un año, in extremis, se cerraba un acuerdo para evitar el cierre inmediato del hospital burgalés. La Junta aprobaba la prórroga de dos años, pero solo con la intención de darse tres meses para negociar un nuevo convenio. La orden hospitalaria presentó un proyecto de ampliación de servicios, que iba aparejado a una aumento de la financiación, y la respuesta de la Junta fue la rescisión del convenio.

Al haberse aprobado la prórroga se ha tenido que negociar la propia rescisión, pero ya en octubre el San Juan de Dios había comunicado su decisión. Aun así, Pilar López-Gómez lamenta que se ha preguntado por escrito tanto a la curia como a la dirección pero no les han dado explicaciones hasta ahora. Y, en estos momentos, tampoco mucho, porque no saben cómo se va a planificar el cierre.

«Se siguen mandando enfermos« desde Sacyl, apunta López-Gómez, y se cuenta con 50 pacientes derivados. Como trabajadora del San Juan de Dios, Pilar López-Gómez se pregunta qué va a pasar con esos pacientes y si el Hospital Divino Valles ya está preparado para acogerlos, pues es la alternativa que ha venido defendiendo la Junta durnate todo este año, tras insistir en que el convenio no era »viable«.

Los trabajadores están «tranquilos», porque «hemos vivido un año de tensión que no se lo deseamos a nadie», admite López-Gómez, pero también inquietos y con incertidumbre por su futuro. Les han dicho que se van en un mes, pero no saben si será a finales de año, dado que entonces se rescinde el convenio, o a principios de enero. En cualquier caso, «son malas fechas», como siempre.