La UCI del Hospital de Burgos mantiene una ocupación del 96%, con una decena de puestos de refuerzo

Cuatro meses después del estallido de la pandemia, la situación en los hospitales de Burgos está bastante normalizada. Se está recuperando la actividad ordinaria en intervenciones, pruebas diagnósticas y consultas, con nuevos protocolos y medidas de protección. Mientras, la presión asistencial derivada de la covid-19 ha caído a cifras de principios de marzo, con únicamente dos personas hospitalizadas en planta, y otras dos ingresadas en la UCI de Burgos.

Aun así, la ocupación de los centros hospitalarios es alta. En el caso de la UCI del Hospital Universitario de Burgos, la única de la provincia, la ocupación alcanza el 96%, con 23 puestos ocupados de los 26 de los que dispone la unidad de cuidados intensivos de manera habitual. Eso sí, se cuenta con una decena de puestos de refuerzo, manteniendo en parte esa UCI extendida que permitió hacer frente a los momentos más crudos de la pandemia.

De la UCI a la URPA (Unidad de Reanimación Postoperatoria) y, de ahí, a los bloques quirúrgicos. El plan de contingencia del HUBU llegó a contar con cerca de 85 puestos de críticos (ventiladores) a disposición del peor de los escenarios posibles. Afortunadamente, no fue necesario utilizar todos los puestos, aunque sí que llegó a haber 55 pacientes críticos ingresados en la UCI extendida a finales de marzo y principios de abril. Ahí se marcó el pico de la pandemia.

Actualmente, en Castilla y León quedan 11 personas con diagnóstico covid-19 ingresadas en las UCI. Junto con las dos de Burgos se encuentran también cuatro en el hospital de León, cuatro en los hospitales de Valladolid y una en Palencia. La consejera de Sanidad, Verónica Casado, ha explicado que en la mayoría de los casos se trata de pacientes de larga estancia, que incluso superan los 90 días de ingreso, que están recuperándose para volver a la normalidad.

Por lo que respecta a los hospitales, se mantiene también una alta ocupación, que ronda el 70%, aunque derivada de la reactivación tras la crisis sanitaria. En los momentos más complicados, Burgos llegó a tener 274 pacientes covid-19 ingresados, confirmados como contagiados y distribucios entre sus hospitales de Burgos, Aranda y Miranda. Fue el 29 de marzo y, actualmente, solo quedan dos y están en el HUBU.

El Hospital de Burgos cuenta con 600 camas, de las que están ocupadas 380, lo que supone una ocupación del 63%. Eso sí, mantiene un ligero aumento sobre el número de camas ordinarias, una veintena en concreto, nada que ver con el centenar que se habilitaron en el plan de contingencia. La gestión de la covid-19 se mantiene en la planta 7 del bloque H, destinada a enfermedades infecciosas, y que se mantendrá habilitado frente a cualquier repunte.

La ocupación en el Santos Reyes de Aranda de Duero asciende al 68%, con 66 camas ocupadas de las 97 habilitadas. Y es del 79% en el Santiago Apóstol de Miranda de Ebro, con 65 camas ocupadas de las 82 habilitadas. En ambos centros se mantienen los protocolos covid-19, con áreas reservadas para la atención de pacientes contagiados, si llegara el caso, aunque afortunadamente se mantienen libres del coronavirus (sin ingresos confirmados por el virus).