Los donantes de Burgos destacan en el ámbito nacional. Antonio Tanarro

La Hermandad de Burgos pierde el punto de donación de sangre, que pasa a Urgencias del Divino Valles

El Centro de Hemoterapia y Hemodonación de Castilla y León aparta por «discrepancias» a la hermandad burgalesa, que lleva 50 años gestionando las donaciones de sangre

Viernes, 15 de octubre 2021, 21:03

Malestar en la Hermandad de Donantes de Sangre de Burgos, y desconcierto entre los propios donantes, ante el traslado del punto de extracción al PAC del Divino Valles. Desde el lunes 11, las donaciones de sangre ya no se realizan en la sede de ... la propia hermandad, sin que el Centro de Hemoterapia y Hemodonación de Castilla y León ha decidido trasladarlas a las urgencias de Atención Primaria.

Publicidad

La noticia llegó la semana pasada a la hermandad, aunque no directamente a través del centro regional, que es el encargado de gestionar las donaciones. Fue a través de una carta del Hospital Universitario de Burgos, y de preguntas y comentarios de donantes, como Francisco del Amo se enteró del cambio, que supone un agravio para la hermandad en vísperas de cumplir el 50 aniversario de su creación.

El presidente de los Donantes de Sangre en Burgos recuerda que llevan desde 1972 promocionando la donación en la provincia, que se ha convertido en un referente nacional. Antes de la pandemia, Burgos presentaba una tasa de 57,16 donaciones por cada 1.000 habitantes, muy por encima de la media nacional, que ha oscilado entre 36 y 38 en los últimos años, y siendo una de las mejores ratios del país.

Desde el principio, la hermandad ha estado implicada en la gestión de las extracciones. La sede actual, un espacio cedido por la Diputación como propietaria del hospital Divino Valles y que los donantes acondicionaron, albergó en su momento el banco de sangre. En 2009, con la creación del Centro de Hemoterapia y Hemodonación, se pasó a Valladolid, pero las extracciones se han seguido haciendo allí, hasta ahora.

Detrás de la decisión están las «discrepancias» entre la hermandad de Burgos y el centro regional, explica Del Amo, que vienen de lejos aunque han tenido un último capítulo reciente. Se trata de la petición de un espacio para archivo de documentos de la hermandad y otro para recepción de medios de comunicación y donantes, a fin de acabar con los problemas que han surgido cuando llegan periodistas.

Publicidad

«Hay metros cuadrados más que suficientes«, asegura Del Amo, porque la Diputación cedió 511 metros cuadrados, de los que la hermandad solo utiliza 80, y con las peticiones se subiría a 110 y 120. Sin embargo, la decisión del centro ha sido desvincular las extracciones de sangre de la hermandad, como ocurre ya en el resto de Castilla y León, lo que no ha sentado nada bien entre los donantes.

Francisco del Amo ha asegurado que «no entiende cómo se ha llegado a este punto«, sobre todo teniendo en cuenta que, por la pandemia, se ha intentado separar la donación de sangre de las zonas sanitarias, y resulta que ahora se lleva directamente a las Urgencias del PAC. »No importa que haya discrepancias«, insiste el presidente, lo importante es remar todos en la misma dirección.

Publicidad

Miedo a la desaparición

Las hermandades han estado siempre ahí, acompañando a los donantes y promoviendo las donaciones, «que salvan vidas». Cincuenta años cumplirá la burgalesa en 2022, buen momento para reivindicarse. «Me niego a que nos anulen y nos ignoren. Algo hemos debido de hacer bien para estar donde estamos«, insiste el presidente, quien seguirá luchando por la hermandad burgalesa mientras siga al frente de la misma.

Del Amo recuerda que son todos voluntarios y, pese a las «zancadillas» que últimamente les están poniendo, «merece la pena» estar en la hermandad. Por ese motivo, Del Amo teme que decisiones como la tomada ahora por el centro regional respondan a un objetivo más amplio, que pasaría por acabar con las hermandades, pues algunos consideran que ya no son necesarias. «No me gustaría imitar el modelo de Madrid», advierte el presidente.

Publicidad

Y mientras se ha pasado el punto fijo de extracción al PAC, los puntos móviles siguen recorriendo la provincia. Y los donantes continúan donando. «Somos anónimos pero también somos invisibles, y merecemos un reconocimiento», apunta Del Amo, y aunque para la mayoría «poder ayudar a una persona supone el mayor orgullo y nos sentimos pagados», ahora sería un buen momento para reconocer el espíritu solidario de la solidaridad burgalesa. «En Burgos, se pone el brazo», insiste Del amo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas

Publicidad