Las diez noticias imprescindibles de Burgos este sábado 1 de febrero
Manrique, junto a su pequeña, deberán pasar más tiempo en casa. GIT

Y ahora, ¿qué hacemos con los niños?

Los padres de alumnos menores afrontan como un reto conciliar su vida laboral con la suspensión de las clases en la ciudad de Burgos

Jueves, 12 de marzo 2020, 19:18

Lo adelantaba el alcalde a media mañana y lo ratificaba horas después el vicepresidente de la Junta de Castilla y León. Todos los alumnos de los municipios de Burgos y Miranda deberán quedarse en casa ante la suspensión de todas las actividades docentes en ambos ... municipios durante dos semanas para frenar el avance del coronavirus.

Publicidad

De momento, la medida solo afecta a los dos municipios, si bien, un total de diez comunidades autónomas ya han decidido suspender las clases y parece cuestión de tiempo que la decisión se traslade también en Castilla y León, generando una situación compleja. Y es que, el reto pasa ahora por organizarse para cuidar de los más pequeños mientras los adultos intentan mantener la normalidad.

Así lo reconocían un grupo de padres apostados minutos después de las 15 horas en la escuela infantil Pequeño Cid, que a primera hora de la tarde ya informaba del cierre de la instalación hasta, al menos, el 26 de marzo. La mayoría de ellos trabaja y, en muchos casos, ya tenían que echar mano de la familia simplemente para llevar o recoger del centro a los más pequeños. Ahora, la situación se complica.

«Tendremos que tirar de la familia», explica Davinia Manrique, madre de una de las alumnas más pequeñas. En su caso, la reducción de jornada le permite atender a la pequeña todos los días (salvo los viernes) por la tarde. Su pareja, con horarios cambiantes, se ha acogido temporalmente y de manera parcial al teletrabajo, aunque esa circunstancia no soluciona la papeleta. «Mientras está trabajando no puede estar pendiente de la niña».

En su caso, la solución será la de la inmensa mayoría de los padres: «pedir ayuda a nuestras familias». Eso sí, manteniendo ciertas precauciones «lógicas». «No queremos exponer mucho a los abuelos. No son mayores, pero entran dentro de la población de riesgo», añade. Además, y siguiendo las recomendaciones del gobierno, la Junta y el Ayuntamiento, Manrique reconoce que intentará «evitar aglomeraciones o lugares que pueden ser conflictivos» mientras dure la situación.

Publicidad

En una circunstancia parecida se encuentra la familia de Clara Alonso, que con dos niños pequeños afronta una situación peliaguda. El mayor ya está en Infantil, aunque el pequeño, de menos de un año, todavía no acude a guardería o escuela infantil. El problema, en su caso, es que su marido trabaja en Madrid y va y viene de Burgos cuando libra, y las posibilidades de teletrabajo para ella son nulas. Así pues, «tendremos que tirar de las abuelas».

Sin embargo, reconoce, la situación es algo más complicada, puesto que su hermana también tiene tres niños a su cargo y «puede darse el caso de que la abuela se junte con cinco niños». «Intentaremos que no pase, pero habrá que ir viendo cómo se va gestionando el día a día».

Publicidad

Ejemplos como el de Manrique o el de Alonso se cuentan por miles en Burgos, que, como el resto de España, encara una situación inédita hasta ahora que pondrá a prueba la capacidad de conciliación de las familias.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas

Publicidad