Si los centros residenciales dependientes de la Gerencia Regional de Servicios Sociales suelen tener bastantes problemas de plantilla, sobre todo cuando llega el periodo estival, este año la problemática se ha agudizado hasta tal punto que las enfermeras de las residencias no van a poder ... disfrutar de vacaciones en verano. Al menos, no todas aquellas a las que tienen derecho pues no se cuenta con personal suficiente para cubrir el servicio.
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Así lo denuncia el Sindicato de Enfermería SATSE, que lamenta la falta de previsión de la Junta de Castilla y León a la hora de realizar las contrataciones estivales, lo que ha desembocado en que «no hay enfermeras para cubrir los permisos», explica Silvia López. La secretaria de SATSE Burgos afirma que no se ha planificado el verano, pero tampoco se dispone de personal para cubrir descansos, reducciones de jornadas por conciliación o bajas de profesionales.
De este modo, en una reunión reciente, desde la Gerencia se ha planteado a las enfermeras que deben elegir entre disfrutar las vacaciones de verano o los permisos de conciliación. Y solo van a poder disfrutar de 15 días de descanso estival, el resto, ya verán cuándo se les concede, en lo que queda de año. Y todo bajo el amparo del recurso de «necesidades del servicio», que deberían aplicarse solo en casos imprevistos, recuerda López, pero que es la fórmula cotidiana.
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Para la secretaria de SATSE Burgos, la Gerencia Territorial de Servicios Sociales «debería haber estado más viva». Los centros hospitalarios empiezan a mover las contrataciones con mucha antelación y, en el caso de los Servicios Sociales, se tenía que haber previsto que las bolsas de empleo estarían vacías, sobre todo después del duro año que se ha vivido con la covid-19. De ahí que, ahora, no se hayan podido hacer contrataciones para cubrir las vacaciones y, estas, tengan que cubrirse entre compañeros.
Además, el trabajo en las residencias no es el más atractivo. «Tienen unas condiciones laborables pésimas», apunta López. Y no solo es cuestión de contar con retribuciones más bajas. Las enfermeras de Servicios Sociales no tienen acceso a la carretera profesional, su paso por las residencias puntúa la mitad para las bolsas de empleo que si hubieran trabajado para Sacyl y los complementos son lineales (no se tienen en cuenta para nada ni categoría ni responsabilidad).
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Con este panorama es lógico que una enfermera prefiera un contrato en Sacyl, reconoce Silvia López, lo que dificulta aún más la contratación de suplencias. Una cobertura para vacaciones y permisos que es vital en estos momentos, tras la dura experiencia vivida con la covid-19. Las enfermeras de los centros residenciales están sobrecargadas y han asumido muchas responsabilidad, como la reestructuración de las residencias y el diseño de planes y protocolos, además de la tarea ordinaria.
Son un colectivo «vital», insiste la secretaria de SATSE Burgos, y «merecen otro trato». Por ese motivo, el sindicato mantendrá este martes una reunión con la Gerencia de Servicios Sociales y la Dirección General de Función Pública de la Junta de Castilla y León, en la que expondrá al Gobierno autonómico toda la problemática que afecta a las enfermeras y fisioterapeutas laborales que trabajan en la Junta de Castilla y León. Consideran que es el momento de dar solución a un problema y de convertir en realidad las buenas palabras de reconocimiento a la enfermería.
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