Burgos comenzó 2022 inmerso en la sexta ola de la pandemia de coronavirus. A pesar de que la variante ómicron ha presentado menor letalidad que sus predecesoras, y que la vacunación ha tenido una gran acogida entre la población, la covid-19 continúa cobrándose vidas ... en la provincia.
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Solo en enero han sido 58 los decesos que se han producido en personas con covid-19 positivo, según los datos ofrecidos por la Junta de Castilla y León. El peor día fue el 25, cuando cinco personas perdieron la vida a causa de la infección, tan solo dos días después, el 27 de enero, fueron cuatro los óbitos achacados al virus.
Pero, además de ser un mal inicio de año, enero se ha convertido en el sexto mes más mortífero desde que en marzo de 2020 comenzase la pandemia. Ningún mes de 2021 registró tantas muertes achacables al coronavirus como lo hace enero de 2022. En este mismo mes, pero en 2021, fueron 41 los decesos registrados a causa de la infección en alguno de los tres hospitales de la provincia, lo que supone un aumento de 17 fallecidos en este recién estrenado 2022.
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Es también el mes con más fallecidos desde diciembre de 2020, cuando se registraron 105. Entonces las vacunas aún no habían hecho más que empezar a llegar, pero no había comenzado su distribución más que en algunas residencias de mayores y a algunos sanitarios. Desde entonces, cuando comenzó a vacunarse a la población siguiendo el criterio establecido y los grupos diana, ningún mes había superado los 42 fallecidos.
Para encontrar peores datos de mortalidad hay que retrotraerse hasta 2020. En marzo, cuando la crisis sanitaria comenzó, se notificaron 69 decesos, abril sumó 121. Después llegaron meses de tranquilidad, incentivados, quizás, por el aislamiento domiciliario al que se sometió toda la sociedad. En octubre de 2020 volvieron a dispararse las muertes con 73 fallecidos. Noviembre sigue liderando esta funesta clasificación con 156 óbitos, mientras que en diciembre de 2020 fueron 105 las pérdidas humanas en hospitales a causa del coronavirus.
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La pandemia ha demostrado durante todos estos meses que a mayor número de contagios mayor será también el número de hospitalizaciones y, con ellas, aumentará el número de pacientes que necesiten un ingreso en la UCI o acaben falleciendo. Y enero ha sido un mes donde los contagios se han disparado, haciendo que el resto de valores aumentasen exponencialmente.
En cuanto a las edades y sexo de los fallecidos, el tramo etario en el que mayor número de decesos se ha producido es el de los mayores de 80 años, seguido por el de 70-79. El único tramo de edad que no ha registrado ninguna muerte ha sido el de los niños de 0 a 9 años. De 10 a 19 la estadística contempla dos decesos, mientras que en los grupos de 20-29 y 30-39 hay un fallecido en cada uno, respectivamente. En cuanto al sexo, las mujeres lideran el cómputo global de pérdidas frente a los hombres en cuanto a número, pero no en la tasa, porque en los grupos más mayores de población las mujeres son mayor en número.
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