Cuida de tu descanso, estas son las mejores posturas para dormir

Pero no solo es cuestión de cantidad y calidad, también de la postura que adoptamos al dormir. Según el Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España no existe una postura ideal para todo el mundo, pero sí existen posturas más saludables en función de las características de cada persona. Pero hay algo que los expertos sí tienen claro; dormir del lado izquierdo es más saludable. Elegir una postura correcta para el descanso puede aportar múltiples beneficios para la salud.

Varios son los beneficios y las razones por las que dormir apoyado en el lado izquierdo es más beneficioso:

El estómago y el páncreas están en el lado izquierdo, por lo que así se favorece la digestión. Al dormir hacia la izquierda, tanto el estómago como los intestinos están ligeramente inclinados hacia la izquierda. Esto hace que los alimentos pasen a través de estos órganos con más facilidad. También se evita la acidez.

El corazón también se encuentra en el lado izquierdo. Así que esta posición permite una mejor circulación de la sangre y drenaje. Dormir hacia el lado izquierdo, según los expertos, impide que se obstruya la arteria aorta, que se encarga de bombear sangre desde nuestro corazón hacia el resto del sistema sanguíneo. El doctor W. Christopher Winter, del Hospital Marthe Jefferson de Charlottesville de Estados Unidos explicó en la CNN que dormir sobre el lado izquierdo hace que la vena cava permanezca libre, sin ningún órganos que la presione, por lo que la sangre circula más fácilmente del resto del cuerpo al corazón.

Según un informe de la revista científica 'The Journal of Neuroscience', elaborado por las universidades de Stony Brook, Nueva York y Rochester, en Estados Unidos, dormir sobre este lado beneficia el drenaje linfático de nuestro sistema nervioso central. Dormir del lado izquierdo es más eficiente para las tareas del sistema linfático por encima de dormir boca arriba o boca abajo.

Esta función es importante para el organismo, ayuda a mantener constante el volumen y presión sanguínea, así como a un mejor funcionamiento del sistema inmune.

También aseguran los expertos que ayuda a conciliar el sueño más rápido y a descansar mejor.

Esta postura también es la solución para la apnea obstructiva, es decir, para evitar los ronquidos.

La presión sobre la espalda es mayor cuando se duerme boca arriba o boca abajo. La espalda está más alineada si te acuestas del lado izquierdo, ayudando también a aliviar los dolores de espalda.

Igualmente, es la postura que los médicos recomiendan para las embarazadas. Esto se debe a que cuando la embarazada se recuesta sobre el lado derecho o sobre la espalda, el feto comprime su vena cava inferior. Esta es la que se encarga de llevar sangre al corazón.

Se conoce técnicamente como decúbito prono. Una postura que está totalmente desaconsejada por los expertos, ya que así se modifica por completo la curvatura natural de la columna vertebral. Obliga a rotarla excesivamente, por lo que puede derivar en tendinitis, lumbalgias o dolor cervical, entre otros. Esta postura, por tanto, es la que deberíamos descartar.

En cambio, dormir boca arriba o de lado dependerá también de nuestras características particulares o dolencias concretas y de lo cómodo que nos resulte, aunque dormir sobre el lado izquierdo es la más recomendable.

Cuidar los colchones y las almohadas, mantenerlos en buen estado es también importante para un correcto descanso. Hay que girar los colchones, mantenerlos limpios. Esto ayuda a alargar su vida útil y a propiciar el descanso.

Muchos colchones no permiten ya el volteo cara arriba y cara abajo, pero sí se recomienda girarlo, llevar la cabeza a los pies, cada dos meses.

También hay que lavar las almohadas, no solo la funda. La limpieza es sencilla, meterlas en la lavadora con agua caliente y un par de pelotas de tenis para evitar que se apelmacen.

Cuando el sueño es deficiente, cuando no se descansa bien, los ojos y el sentido de la vista se ven comprometidos, con hipersensibilidad a la luz y a otros factores.

También se vuelve más lenta la reacción, la capacidad de concentración disminuye notablemente, el cuerpo se siente cansado y agotado. Incluso pueden aparecer problemas gástricos. Cuando no se duerme bien, el apetito aumenta durante el día y es más probable que se acaben consumiendo alimentos muy azucarados y nocivos para diabéticos e hipertensos, ya que no existe energía suficiente.

Un mal descanso altera el funcionamiento general del organismo. Aumenta el riesgo de accidentes y de ocasionar un desequilibrio en el rendimiento.